Diego Ormaechea vuelve a estar a la cabeza del plantel de Polo para las finales con Christians, y habló con Rugbynews sobre cómo ve la definición
Le ha tocado dar un paso hacia adentro de la cancha en las últimas semanas. Supliendo a su amigo Martín Aguirre, que afortunadamente se recupera bien de la operación a la que fue sometido, el Coordinador del rugby de Carrasco Polo, Diego Ormaechea, está al mando del plantel principal del caballito de cara a la final del Uruguayo. Otra vez, como tantas a lo largo de sus años como jugador y DT, se enfrenta a una final ante Christians, y la tiene fe a su equipo.
“El partido ante Trébol tonificó porque fue muy duro. Creo que hicimos un buen primer tiempo, con una gran defensa que durante muchos momentos tuvo un jugador menos. Además hicimos un bien cierre. Ellos han evolucionado mucho, de los tres partidos del año fue el mejor jugaron y mantuvieron ritmo muy bueno”, dijo Ormaechea.
El equipo del caballito no la pasó bien durante buena parte del encuentro ante los sandcueros. Sobre eso, el entrenador aseguró que “hay que saber jugar sin pelota, estuvimos un montón de minutos en cinco yardas, y la defensa daba sensación de solidez. Incluso jugamos varios scrum con un jugador menos, y nada menos que Carlos Protasi, que aporta muchos kilos y un empuje muy interesante. Pero el rival también juega, y tampoco nos podíamos hacer de la pelota, porque estábamos en un lugar de la cancha complicada para los pateadores zurdos que tenernos”.
La constante se ha repetido en el año, sobre todo en las últimas semanas, para un equipo que tiene grandes arranques, donde muestra continuidad y dinámica, pero que de a poco empieza a apagarse, para volver a repuntar en el final, cuando cierra los partidos. “Tratamos de plantear un juego agresivo, salir a buscarlo. No es que la idea sea bajar y jugar con el resultado, pero es difícil mantener ese nivel. Eso lo hacen los equipos excelentes, y nosotros hoy no lo somos, en parte porque la competencia interna no nos lo permite. Deberíamos tener mucha más competencia, para mantener esos minutos en el tiempo, pero es difícil de lograrlo. Le ponés todo y después le toca al rival su protagonismo. Fuimos creciendo en los minutos de buen juego, pero cuando lo estamos por lograr se acaba el año”.
Ahora se viene Christians, un equipo al que el caballito le ha ganado los tres duelos del año, pero que quizás llegue en su mejor momento. “Es un equipo que sale a jugarlo, no a esperar, incluso el partido con Old Boys creo que salió a buscarlo. Como siempre, la diferencia va estar en los detalles, en las ejecuciones de los pequeños aspectos de juego. Contra Old Boys lo vi con una defensa muy buena, combativa, con buena obtención y con jugadores muy picantes como el nueve, un wing potente como Leivas. Tiene sus puntos altos en general, y va a ser durísimo”.
Para el entrenador de Carrasco, la semana previa a la finalísima no tiene nada nuevo a lo que se ha hecho en la temporada. “Esta semana se pueden corregir detalles, por los dos tenemos el patrón de juego bien claro. Es como el estudiante que estudia el día antes del escrito. Ahora se pueden reafirmar conceptos, pero no hay misterios”, agregó Ormachea, que para el final lamentó que la temporada termine tan temprano, ya que tiene un efecto directo sobre la competitividad del rugby uruguayo.
“Es una de las cosas que conversamos todos los años y no se le busca la solución. Los jugadores pagan la cuota y hay que darle partidos, porque es lo que los congrega en los clubes. Ahora vamos a tener un semestre un rugby muy bisoño, a no ser los jugadores de la selección. Pero el seleccionado se va nutriendo del rugby local, y si ellos no tienen actividad a largo plazo se complica Me parece un certificado de defunción del rugby se viene reiterando, y así muy difícil crecer".