Ignacio Crosa, capitán de Los Teros seven, hizo un balance de la actuación del equipo en el Mundial
¿Qué balance hicieron al terminar el Mundial?
Sin duda el balance fue positivo, creo que el objetivo se cumplió ya que mejoramos en nuestro juego y trajimos un partido contra Japón, que no es poca cosa. Si te ponés a analizar lo que fue el torneo, nuestra serie estaba integrada por los dos finalistas y por el campeón de bronce, que solamente perdió con ellos.
Parecía la más accesible y terminó siendo la más complicada…
Realmente fueron partidos muy duros y en cuanto a resultados creo que Gales fue el que nos sacó mas ventaja, pero que no fue una goleada como la de algunos partidos en San Diego. Creo que eso refleja una mejora del equipo, a pesar de todo hay muchas cosas por corregir y seguir trabajando en el largo plazo
¿Cómo cuáles?
Primero que nada la concentración. Básicamente cuando estás cansado y el físico no responde es donde hay que lograr la máxima concentración para evitar errores producto del cansancio. Creo que un factor común del torneo fue que tuvimos muy malos primeros tiempos donde los equipos nos anotaban puntos y después recuperábamos pero no nos daba para traer el partido. Con Gales tuvimos muy buenos primeros tres o cuatro minutos, después entramos en un pozo de errores que nos sentenciaron el partido. Pienso que eso es producto de la desconcentración.
Costó tener la pelota y crear juego.
Sí, pero respecto a lo que fue en San Diego creo que mejoramos. Sí nos pasó en el primer tiempo contra Los Pumas, en los primeros minutos no la vimos y las veces que las tuvimos no éramos duros en el contacto y perdimos alguna pelota, pero después que hicimos el click la cuidamos muy bien y eso se reflejó en penales a favor. En el resto de los partidos también hubo situaciones que teníamos la pelota y fallábamos en la toma de decisiones final que nos llevaba a perder la posesión.
¿Qué queda para rescatar?
Creo que entendimos bien el juego que debemos hacer, el tema es llevarlo a la practica durante los 14 minutos, y eso se logra en base a entrenamiento y rodaje a ese nivel, que creo que es lo que nos está faltando. Son cuadros muy bien entrenados, que tienen más resto físico para hacer las coberturas y los cierres en defensa, además de ser más grandes físicamente. Fijate que cada vez que se cortaba unos de nosotros necesitábamos hacer muchos pases para poder llegar al ingoal ya que los equipos se reposicionan muy rápido, eso te da más probabilidad de cometer errores, entonces a nosotros se nos complicó mucho más.
En el entretiempo ante Japón el DT Luis Pedro Achard decía “probemos cosas diferentes, si no no los vamos a quebrar nunca”.
Claro, se refería a no ser tan predecibles en llevarla a una punta y a la otra, ya que es muy fácil marcar eso si no lo hacés a velocidad. Intentaba trasmitir de intentar cortar la linea de defensa con alguna entrada en ángulo, alguna tijera, sobre todo considerando que no era un equipo tan grande físicamente, lo cual permitía arriesgar más entrando en contacto.
¿A nivel personal cuál es el balance? Venía haciendo un buen campeonato hasta que se desgarró.
Sí, lamentablemente me tocó de vuelta una lesión. Pero como digo siempre, este es un juego de equipo y no basta con que unos juegue bien y se luzca sino que todas las piezas de la máquina funcionen bien.
¿Teniendo en cuenta el hándicap de altura y velocidad, hasta dónde se podría llegar haciendo una preparación ideal?
Podés llegar muy alto, el tema es hacerlo, y a nuestro rugby le falta mucho. Nosotros entrenamos muy duro por casi cinco meses, pero ese ‘muy duro´ es para lo que somos nosotros… el resto de los equipos hacen lo mismo los 12 meses del año y compiten a este nivel en la mayoría de las etapas del circuito.
Además se dio la ventaja que los que se integraron del XV solo tuvieron dos meses para entrenar, y llegando duros de la pretemporada.
Totalmente, que de esos cinco meses solamente Tati Gibernau y yo los cumplimos a rajatabla participando de todos los torneos de preparación y entrenamiento físico. El resto hicieron una excelente preparación física pero recién empezaron con pelota a mediados de enero, y en el seven cuenta mucho la repetición de las diferentes situaciones para poder entender cómo reaccionar frente a las mismas. Creo que faltó un poco de eso también.
Es demasiado hándicap si ya se dan ventajas naturales en físico y velocidad.
Como decía el Pela Puig –manager del equipo–, la diferencia se hace cada vez más grande entre los profesionales y nosotros, el rugby cambia muy rápido y el no participar del circuito te deja afuera de muchas cosas. Por ejemplo los jugadores se conocen todos entre sí, si alguien hace algo nuevo que está bueno en seguida todos lo implementan, y vos seguís haciendo lo mismo del año pasado, que ya no funciona.