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“Es un orgullo enorme”

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Alejo Corral llegó a Uruguay para integrarse a Los Teros, Rugbynews habló con el pilar del SIC sobre cómo vive este momento

Volvió y se puso a la orden. Luego de cinco años de su última presencia en una selección nacional, Alejo Corral, primera línea del SIC y nuevo refuerzo de Los Teros para la eliminatoria, realizó el lunes  su primer jornada de entrenamientos junto al seleccionado, en el que peleará por un lugar para estar en la eliminatoria ante Estados Unidos por la clasificación directa al Mundial de Nueva Zelanda 2011.

Corral, quien vivió en Uruguay entre 1994 y 2002 y jugó en Lobos y en Old Boys, llegó junto al entrenador Guillermo García Porcel, y fue parte de una charla que el cuerpo técnico brindó el por la tarde en el Hotel Cottage a los nuevos convocados, de manera de ponerlos al tanto sobre las pautas y los objetivos del proceso. Junto a Corral, en esta etapa de integran Árturo Ávalo (Carrasco Polo), Diego Magno (MVCC), Juan Alzueta (Trébol), Federico Pérez (Los Cuervos), Juan Ormaechea (Carrasco Polo), Francisco Vecino (Carrasco Polo), Martín Crosa (Old Boys) y Agustín Pérez del Castillo (Old Boys).

Luego participó del entrenamiento de la noche en el Country Los Teros,  y ya el martes emprendió la vuelta a Buenos Aires donde lo espera su club, que está prendido en la lucha del Top 14. Corral no estará todas las semanas entrenando con la selección, sino que se coordinará su presencia para entrenamientos puntuales, sobre todo si se tiene en cuenta que esta primera etapa tiene énfasis en la parte física, y  el jugador ya tiene un entrenamiento importante por la propia exigencia del rugby de la URBA.

“Es un orgullo enorme poder representar a Los Teros. Más que un orgullo es una responsabilidad muy grande poder jugar la clasificación al mundial. Si quedo en el plantel voy a dejar todo para que Uruguay pueda  clasificar”, aseguró. “Sé que Uruguay viene trabajando muy bien y muy comprometido, que se está tomando con seriedad la posibilidad de estar en la copa del mundo. Creo que se le puede ganar  Estados Unidos y clasificar directo, no hay que dejar pasar esta chance”.

A pesar de tener doble nacionalidad y estar desde hace unos años radicado en Argentina –donde estudia comunicación y trabaja en una empresa que produce contenido para celulares-, el pilar de San Isidro asegura que nunca dejó de lado la idea de volver a vestir la celeste. “Siempre tuve ilusión de estar en el seleccionado. En los distintos procesos traté de manifestar mis ganas de pelear un lugar, aunque sin querer auto convocarme. Por distintos motivos, los DT que estaban a cargo no consideraban que debía estar”, aseguró Corral, que agregó: “Voy a tener que aprovechar al máximo los entrenamientos, para integrarme en los temas de coordinación, en el scrum. Lamentablemente no pude viajar a Rumania, lo que hubiese sido espectacular para integrarme más al grupo”.

De todas formas no es nuevo para la gran mayoría, ya que integró la generación 81 de Old Boys con Juan Campomar, Francisco de Posadas o Joaquín Pastore, y además conoce a varios de los seleccionados actuales por haber estado en Los Teritos M21 y con la mayor durante 2005. Y por Old Boys guarda un cariño y respeto especial, y hasta tiene el deseo de terminar su carrera en el club azulgrana. “Por una cuestión de obligaciones más allá del rugby hoy estoy instalado allá, pero de alguna manera volveré a jugar”.

Con respecto a su presente en el SIC, este año se ganó la titularidad en uno de los clubes más competitivos de Argentina. “Entre que se ha retirado algún que otro histórico y que tuve la continuidad necesaria, me he sentido más cómodo y por suerte estoy atravesando un buen momento. Tengo la oportunidad de jugar en la Primera del SIC, lo cual es muy difícil porque tenés un plantel de 120 jugadores y solo entran 15, lo que te obliga a esforzarte al máximo en cada entrenamiento”

“Allá todos los equipos te complican, en la primera fase perdimos con San Martín, que venía del Grupo II, después terminamos jugando muy bien y le  ganamos a CASI para clasificar al Top 14. Debemos encontrar la regularidad para mantenernos arriba, porque el torneo de URBA no te permite respiros”.

El rugby argentino, y sobre todo el de Buenos Aires, ha crecido en la exigencia de una manera tremenda para jugadores amateurs. Y si se estudia, y además se trabaja, entonces el combo provoca que los jugadores deban hacer magia para que todas sus actividades quepan en 24 horas. “La verdad que es muy sacrificado, he tenido que dejar algunos trabajos de lado para poder estar entrenado. Dejás tiempo libre de lado, a la familia también. Por ejemplo,  no como nunca en mi casa, porque entre la facultad y los entrenamientos se hace muy difícil. Lo mirás de afuera y parece una locura, pero una vez que estás adentro es un buen desafío”.

A la hora de hablar de su club, Corral ratifica esa filosofía especial que emana de uno de los grandes del rugby argentino: “tiene unos valores muy aguerridos, y eso es de toda la vida. Uno crece con eso, se nota, está la filosofía de comprometerse con el trabajo, estar siempre al lado de tus compañeros, tener mucha humildad, porque es la forma de mejorar el juego. Escuchar y aprovechar a la gente que rodea al club, que en muchos casos ha entrenado al seleccionado. Hoy está trabajando el Tano Loffreda, el Yankee Martín, entre otros, y absorbés mucho de ellos. Todo eso te obliga a estar comprometido, a no faltar nunca, porque además la propia competencia interna no te permite relajarte mucho. No hay indispensables, uno está entrenando en Primera y de repente mañana estás en Preintermedia”.

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