José Nicola, presidente de Old Christians, se refirió a la polémica con respecto a la situación de los jugadores de la selección, que afectó al partido de su club ante Carrasco Polo.

Además de todos los condimentos extra que tiene un Carrasco Polo-Old Christians, el del sábado fue más especial.  Más allá de la victoria del caballito por 33 a 19, Christians quedó muy molesto por la situación por la cual se desafectó a cinco jugadores de la selección, de Polo y Old Boys, que habían renunciado aduciendo cuestiones de trabajo o estudio. Eso hizo que los cuatro que Polo tenía en esa situación quedaran habilitados para el clásico. El club azul lo entendió como un perjuicio, ya que no solo mantuvo a sus cinco citados en Los Teros, sino que debió ceder a dos más para que se integraran luego del alejamiento de los otros jugadores. De todo eso habló José Nicola, presidente de Old Christians, en entrevista con Rugbynews.

¿Cómo tomó Christians la situación en torno a las renuncias de la selección, y la manera que afectaron al club en el partido ante Carrasco Polo?
Creemos que hay una diferencia grande entre los chiquilines que están en la selección y los que no, entonces es una desventaja demasiado importante que dan los clubes que apoyan a la selección. Me parece que es una situación que no puede continuar así. Debemos buscar una solución, porque está pasando que absolutamente todos los jugadores no pueden jugar. La diferencia es demasiado grande.

¿Cuáles son los pasos que piensa dar Christians?
Tendremos que juntarnos los clubes con la unión y conversar esto de vuelta, pero me parece que no es lo adecuado que un cuadro pueda contar con los seleccionados y otros no.

¿El apoyo a la selección se mantiene irrestricto?
Yo creo que como todo, habría que ver, no  se hasta que punto y en cuales partidos se precisa tener a los jugadores de la selección disponibles con tanta anticipación, pero lo importante es que sea parejo para todos. Si todos decidimos que los jugadores deben estar disponibles para la selección no podemos bajarnos en la mitad del camino. Ahora, si vamos a cambiar las reglas de juego a mitad de camino tenemos que cambiar para todos.