La gran actuación de Los Teros en la Nations Cup fue clave en las gestiones políticas para que el seleccionado pueda dar un salto hacia un sistema de viaticados. Eso será parte del próximo plan de High Performance a presentar ante la IRB
Tras la Nations Cup, a Los Teros se les abre un nuevo camino. En realidad no es nuevo, sino más bien una nueva oportunidad de estar el tren internacional del rugby profesional, ese que Uruguay le dejado pasar una y otra vez en los últimos años.
El equipo respondió de gran manera en la cancha. Estuvo a la altura de la competencia ante Rumania, pudo ganarle a Rusia y goleó a Portugal. Terminó en la cuarta posición entre seis equipos, un muy buen argumento para ser llamado nuevamente a competir en 2011, una invitación que es muy probable que ocurra.
Pero no solo eso. La muy buena actuación en la cancha ayudó a las gestiones políticas que se hicieron en estos días frente a la IRB, y que estuvieron a cargo de Sebastián Piñeyrúa, manager en esta ocasión pero quien está a cargo del nexo entre la política y la cancha.
Esos dos ítems fueron factores importantes para lo que se viene: en las próximas semanas, Uruguay deberá presentar un nuevo plan de High Performance. La idea, en esta oportunidad, es poder dar un paso más que los anteriores, y llegar a dos idas largamente anheladas: un Centro de Alto Rendimiento, en el que trabaje un grupo de jugadores viaticados.
La idea es trabajar a partir del modelo argentino del Pladar, aunque con las condicionantes del medio local, mucho más chico y de menores recursos. Para eso también se está elaborando el organigrama de selecciones nacionales que conduzcan el proceso, con muchos de los nombres que hoy ya están trabajando, y otros que se espera se incorporen.
La idea es que en los últimos años la IRB le ha dado mucha competencia a Los Teros, pero el rugby uruguayo no ha tenido los medios suficientes para prepararse adecuadamente para esa competencia. Ya sea en los planes de preparación –que se han ido mejorando- pero sobre todo en la dedicación de los jugadores, que por ejemplo llevó a tener que cambiar varios jugadores que fueron al Sudamericano y no pudieron viajar a la Nations Cup por razones de trabajo o estudio.
Para que los jugadores puedan prepararse al menos de un modo semi profesional se pretende el apoyo de la IRB, aunque como siempre, la ayuda del organismo no será para un 100%. La internacional dará sólo una parte de esos fondos, y dependerá del rugby uruguayo obtener el apoyo de sponsors y del Estado. Una vez más, por allí pasará el mayor desafío para Uruguay.
Por lo pronto, la competencia internacional se mantiene y se expande: Crossborder, Sudamericano, Nations, Americas Cup, amistosos en la ventana de noviembre, Crossborder y Sudamericano 2013, y seguramente Nations 2013. Pero ahora, para Uruguay se avizora una buena chance para que Los Teros puedan prepararse como lo exige el rugby internacional.