Nota – Federico Chans
La participación de los Pumas en el Rugby Championship comienza este sábado ante los Springboks. Es el Kick off de un camino que promete recompensas a largo plazo
No hay que ser un genio para darse cuenta de que los Pumas la tendrá difícil, por no decir complicadísima, con vistas a la disputa de este Rugby Championship. Los albicelestes son un buen equipo. Tienen jugadores de primer nivel mundial, a los cuales en los últimos tiempos se les han sumado jóvenes promesas que, por estos días, ya dan mucho de qué hablar.
Sudáfrica es el primer escollo de tres rivales que, sin lugar a dudas, son los mejores del mundo. Nueva Zelanda, actual campeona del mundo, los Wallabies, últimos campeones del 3N -antes de que este desapareciese por el actual RCH- y los Springboks, campeones del título mundial en el año 2007. Historiales que pesan y a los que Argentina, con un más que meritorio tercer puesto en Francia 2007, está lejos de hacerles sombra.
No se debe mal interpretar. Si los sudamericanos están en este torneo, es porque se lo ganaron. Sin dudas son el mejor cuarto equipo del Hemisferio Sur, por lejos, pero aún están lejos del primer orden internacional. Y por eso mismo la UAR se ha esforzado tanto por llegar a ser parte de esta fiesta: porque los Pumas se lo merecen.
Los tiempos han cambiado. Esta Argentina ni cerca es la misma del Mundial 2007: aquellos poderoso Pumas de bronce que sorprendieron al mundo liderados por Agustín Pichot y le ganaron dos veces a Francia en su propia casa. De ese plantel ya casi no quedan exponentes. Pero el legado continúa. Aquella hazaña no llegó ser más porque en frente de los argentinos apareció Sudáfrica, a la postre campeón del título. Aunque esto generó en el pueblo argentino un sentimiento de pertenencia que, hasta el día de hoy, continúa revitalizándose con el crecimiento del rugby en el país vecino.
La apuesta de los argentinos es fuerte. Confían en que sacarán cosas muy positivas de este torneo y nadie lo duda. Al principio costará. Quizá hayan goleadas, o malos partidos de por medio, pero todo está pensado para el futuro. Que los jugadores se codeen con los poderosos solamente jerarquizará a los Pumas y los irá, de a poco, acostumbrando a las exigencias del primer nivel.
Además, la UAR también ha entablado conversaciones con SANZAR con el objetivo de que exista, en un futuro no muy lejano, una franquicia argentina en el Super Rugby. Por eso existen los Pampas XV, porque es otro proyecto con vistas al progreso y que por ahora viene muy bien encaminado. Es solo un ejemplo, pero sirve para aportar una visión más global de lo que pretende el máximo organismo del rugby argentino.
Al principio puede ser que duela. Puede ser que los Pumas no estén “a tono”, o tal vez suceda todo lo contrario y sorprendan a propios y extraños y hagan una campaña fenomenal. Quién sabe. Lo único que se puede confirmar es una cosa: los Pumas comenzaron hace rato ya el camino en busca del progreso, y esto solo es un grano de arena más para la gran montaña que poco a poco van construyendo. El legado de los que creen continúa vivo, y los que lo portan son los que se desviven por la causa.