Fue por decisión unánime y ahora solo resta que la intendenta firme la resolución; la URU y la AUF negociarán un reglamento de uso
La Junta Departamental de Montevideo aprobó por 28 votos en 28 otorgarle la concesión conjunta del Estadio Charrúa a la Unión de Rugby del Uruguay y la Asociación Uruguay a de Fútbol por un plazo de 10 años prorrogables, a otros 10.
De esa manera, la IMM rescindió el contrato actual que tenía con la AUF desde 2009, y entre las tres instituciones apostaron a un modelo que permita darle un mejor uso al escenario. Ahora, la AUF y la URU deberán redactar entre ambos un reglamento de uso, para establecer las condiciones en que utilizarán el estadio del Parque Rivera.
La resolución de la intendencia establece, a grandes rasgos, que los concesionarios deberán realizar obras de mejora y mantenimiento del Estadio, además de iluminación y seguridad del perímetro cercano, mejorar el estacionamiento, y limpieza del parque. La URU también deberá establecer escuelitas de rugby. También deberán ceder el uso de vestuarios y gimnasios para el uso del Municipio local, y coordinar la agenda anual de cada uno junto a la dirección de Deportes, para que ésta pueda realizar eventos cuando el estadio no sea utilizado por el rugby o el fútbol.
Del otro lado, los concesionarios podrán realizar subconcesiones como restaurants y confiterías, y podrán realizar actividades especiales como conciertos. Todo lo recaudado por esas acciones deberá utilizarse para mejorar las instalaciones.
Dentro de lo hablado en una primera instancia, y que ahora se deberá llevar al papel en el reglamento de uso, estaba que la URU se quedara con toda la parte interna del estadio y los alrededores, y que compartieran el uso de la cancha. Se había hablado también que la AUF se hiciese cargo de la limpieza y seguridad del Lago del Parque Rivera.
Ahora queda un solo paso legal para que el Charrúa pase a ser efectivamente la casa del rugby: tras la votación de la junta, el proyecto pasó al despacho de la intendenta Ana Olivera, que se espera lo firme antes de fin de año.
El Estadio Charrúa es un largo anhelo de la URU, que prevé instalar allí su sede, gimnasio y lugar de concentración, para transformarlo en la casa del rugby. Con ello prevé ahorrar importantes costos, y reorganizar las cuentas de la Unión, para poder implementar objetivos, tanto en el High Performance como en el Desarrollo, que hoy están detenidos por la difícil situación económica de la Unión.