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La cara ingrata del seven

Escrito por adminrg*/ ?> Publicado en Selección, Selecciones, Teros VII, Uruguay

Uruguay hizo el gasto, pero los errores lo condenaron a una derrota 26-12 ante Rusia para despedirse de las chances de clasificar a Londres

Fue una lástima. Uruguay mejoró mucho respecto al sábado, corrigió errores de concentración y tácticos, y entró con ese click necesario para ganar partidos importantes. Sin embargo, el seven, cuando la mano viene torcida, puede ser un deporte muy ingrato: tres errores condenaron Los Teros VII a perder 26-12 ante Rusia en un partido en el que hicieron el mayor gasto, pero en el que el rival supo aprovechar esos errores para lastimar.

Uruguay tuvo lo que le había faltado en los partidos ante Túnez y Tonga: obtención y cuidado de pelota en los rucks. Eso le permitió tener las primeras pelotas del partido, y obtener un penal para jugar profundo dentro de campo de Rusia, hasta llegar al try de Juan Ormaechea tras una buena juagada de varias fases.

El partido era extremadamente parejo: ambos obtenían sus pelotas, luchaban duro en el ruck aunque sin poder robar, y les costaba quebrar de primera fase. Rusia respondió con una jugada larga, donde encontraron espacio luego que un jugador celestes saliera a marcar adelantado. Tras mover la pelota varias fases encontrar el espacio por la punta, para el 5-5. Uruguay no pudo aprovechar la última, con un line en ataque que terminó en pelota parcial, y así se cerró el primer tiempo.

Rusia salió en el segundo tiempo, y tuvo el mérito de mantener la pelota en campo uruguayo. Uruguay la mantuvo con paciencia, pero no podía quebrar en velocidad, ni con un manejo lo suficientemente cómodo para abrir espacios por la punta. Y cuando se juega mucho en campo propio se corren riesgos: mal pase en el contacto, pelota perdida, contragolpe y try. Y en la siguiente, knock on –la lluvia complicó el manejo-, contragolpe y 19-5 abajo. En un abrir y cerrar de ojos, los celestes hipotecaban sus chances.

Uruguay tuvo la gran virtud de reaccionar. Y en esa reacción, jugando al límite y ya al todo o nada, elaboró la mejor jugada con pelota en velocidad del torneo: corrida de Mieres, pase justo a Berchesi, este que se la deja a Vecino y Pancho se fue hasta debajo de los palos para el 19-12 que volvía a poner a los celestes en carrera.

Uruguay tuvo una chance más, tras un knock on ruso en la salida. Pero otra vez no se pudo aprovechar, esta vez porque se perdió la pelota en el scrum, lo que derivó en el contraataque ruso y el try del 26-12.

Así se fue la chance de clasificar a Londres. Se sabe: el seven es ingrato y no perdona errores. Y cuando se juega al límite, cuando la paridad es total, los errores cuestan puntos, y partidos. La mayor lástima es que el equipo mereció más, porque hizo el gasto en este encuentro que significaba una final. Faltó un poquito de suerte, y de ese complejo equilibrio que le permitió a Uruguay tocar su techo de rendimiento en el Sudamericano, que ahora no pudo repetir. Habrá que dar vuelta la página y volver a lograrlo en Rusia. Lo que deja Hong Kong es que, si se llega al 100%, se le pueden lograr muy buenas cosas.

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