Ojalá todo el movimiento de opinión que se genera alrededor de estos temas se diera para proponer ideas que hagan crecer el rugby uruguayo.
Difícilmente la novela de los Teros habilitados tenga alguna consecuencia más que la molestia de unos y otros. Lo que parece claro es que la comunicación de la URU no fue efectiva, y que de haberlo hecho por un carril oficial se hubiese evitado todo el inconveniente.
Tampoco es tarea de Christians avisarle a Old Boys si recibe la autorización, ni de los jugadores, que están para jugar y no para transmitir noticias, y por eso Trébol se quedó sin Rombys para jugar el domingo.
Un comunicado hubiese resuelto el tema, ya que a Old Boys tampoco le cambiaba la historia, porque sus jugadores no hubiesen podido estar a la orden. Podría haber variado en algo la planificación al haber sabido que su rival tenía esos recambios, pero parece un detalle demasiado específico como para que entre en el análisis del problema.
Era lógico que una decisión así iba a traer cola, porque cada uno va a defender lo suyo. Entonces lo ideal para la URU hubiese sido actuar con pies de plomo y no dejar cabos sueltos, para no dejar lugar a malas interpretaciones. De todos modos, da para pensar que los temas de discusión del fin de semana sean una y otra vez los conflictos entre clubes y la Unión, o si tal o cual sacó una ventaja con un hecho concreto. Está bien que cada club defienda lo suyo, y el derecho a trabajar organizadamente. Pero ojalá todo el movimiento que se genera alrededor de estos temas se diera para proponer ideas que hagan crecer el rugby uruguayo.