Mauro Reggiardo, DT de los Jaguares, habló con Rugbynews sobre al partido ante Chile y el proceso profesional que comenzó Argentina
¿Cómo está Argentina para el Sudamericano?
Es una final y por eso es una responsabilidad. Históricamente siempre nos fue bien con Chile y Uruguay, y trataremos de que no cambie la historia. Además para los chicos es la posibilidad de hacer un gran partido, que los entrenadores se fijen más en ellos, que la aprovechen, que sean todo lo humilde y respetuosos de Chile y Uruguay que somos el staff técnico.
¿Los sorprendió el rendimiento con Namibia?
No nos sorprendió porque sabíamos que las condiciones del primer partido no habían sido la ideales para ellos. Llegaron el miércoles a Argentina, y después por los problemas que tiene nuestro país tuvieron un piquete en el camino que los hizo llegar 15 minutos antes del kick off. No lo prepararon en las mejores condiciones. Para el segundo estábamos prevenidos que iba a ser más duro, hicieron ocho cambios, y por ahí uno cuando no respeta al contrario pasa lo que pasó. Creo que fue una advertencia sin consecuencias, porque ganamos igual. Los jugadores pensaron que iba a ser más fácil y cuando uno piensa eso se complica.
¿Qué características tiene el grupo que llegó a Montevideo, que tiene varios cambios?
“El grupo que viene es el que con Tati y Chino (Phelan y Turnes, entrenadores principales de Los Pumas) pensamos que es el mejor para seguir creciendo, para no repetir el error de subestimar al rival. Es el mejor para ser humildes y darle competencia a algunos jugadores, y que de a poco la diferencia con los de afuera no sea tan grande”,
¿Uruguay llega en mejores condiciones que otras veces y con confianza, ¿cómo ves eso?
Me parece bárbaro, uno cuando entra a la cancha entra a aganar. No veo a un Uruguay que entre a perder por poco, viene haciendo un buen trabajo y están muy confiados. Va a ser muy duro, un partido de hombres, con dos packs duros y ojalá podamos hacer lo mejor para mantener la hegemonía.
¿Cuál va a ser la clave del partido del sábado?
Seguramente jugar como una final. Pensando que se puede perder, porque eso te da el miedo que te permite no subestimar y respetar al otro. Si se da así, confío mucho en la destreza y en la preparación de los jugadores, y espero que se refleje en el resultado,
¿Cómo se hace para disimular la falta de trabajo en conjunto del grupo, sobre todo en la coordinación de las formaciones?
Tenemos que aprovechar el poco tiempo para apostar a cosas simples pero eficaces, que con mucha convicción y determinación son muy buenas.
¿Más allá de la parte técnica, como es el cambio cultural de empezar un proceso profesional como el de Los Jaguares?
En 1998 Alex Wyllie me dijo una cosa importante. Siempre nos comparaba con los All Blacks, y nosotros le decíamos que ‘ellos ganan plata’. Y él me dijo: ‘ganan plata hace tres años, son profesionales en el espíritu hace 100’. Este grupo, más allá de que hoy son parte de un Centro Alto Rendimiento, ya eran profesionales en el espíritu, porque iban más de lo normal al gimnasio, hacían entrenamiento físico suplementario. No les cambia mucho porque ya estaban medio preparados para esto. Y además pasan más tiempo que en su club, así que la filosofía del club la estamos teniendo.
¿Cómo ves la dicotomía argentina entre profesionalismo y amateurismo?
Dentro de todo uno trata de estar al margen de las disputas de dirigentes entre los que están de acuerdo y en contra, dedicarle el tiempo a que los jugadores desarrollen destrezas, trabajar para el bien de los jugadores.
¿Cuál es la clave para superar esas diferencia y llegar al crecimiento del rugby argentino?
No hay clave, es ponerse de acuerdo y darse cuenta que para jugar con los mejores hay que estar bien preparado. Yo estoy muy a favor de esto, más allá de que este dentro el sistema. Estuve en la cancha el día que Los Pumas perdieron 93-8 con los All Blacks. Yo soy parte de la peor derrota de la historia de Los Pumas. Y la impotencia, la vergüenza que sentí ese día no se la deseo a ningún jugador de rugby. Me gustaría que el jugador, cuando vaya a jugar a ese nivel, lo haga de igual a igual. Ese día no lo hicimos. Por haberlo sufrido estoy de acuerdo con esto.