En un dramático partido Los Cuervos le ganó 21-20 a Trébol y se metió en semifinales del Campeonato Uruguayo
Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
Ante todo, fue injusto que los dos equipos tuvieran que definir todo lo que hicieron en el año en una tarde que obligaba a jugar tan poco. Pero ambos se podrán ir con la conciencia tranquila de que jugaron al máximo de lo que el clima les permitía, y un poquito más. Fue un partido limitado en lo técnico, aunque emocionante. Y que se podría haber ido para cualquiera de los dos lados, y hubiese estado bien. Porque Trébol fue más en el rato que le tocó dominar, y porque se levantó cuando el rival había pasado a controlar y a ganar el partido. Pero Los Cuervos, ese equipo que se ha hecho grande a lo largo del año, sabía que tenía que esperar su chance. Remontó una diferencia de 9 puntos, y el hecho de jugar con 13 por varios minutos, dos argumentos que en partidos con tanta lluvia suelen ser definitorias. Y tuvo la gran virtud de iluminarse y encontrar los puntos en los momentos clave del partido, con destellos de técnica y clase. Estuvo contra las cuerdas y se levantó, lo tuvo perdido y lo ganó: por eso, por luchador, Los Cuervos lo ganó 21-20 y se metió en semifinales del Campeónato Uruguayo.
La lluvia jugó su papel clave, condicionando el plan de juego de dos equipos que suelen apostar al ataque: kicks, lucha en el contacto, trabajo en las formaciones fijas. Trébol arrancó mejor: tras un arranque en el que ambos intentaron kicks para poner el juego en las 22 rivales –Cuervos se puso 3-0 allí- el sanducero empezó a ser superior en los pocos argumentos que sirven en una tarde como la de hoy. Usó el viento el viento cruzado pero favorable para ubicar el juego en campo rival, y allí logró ser superior en el contacto. Forzó penales de un indisciplinado Cuervos, y siguió llevando el juego al rincón, hasta quedarse con dos más por amarilla a Giuria –repetición de penales- y Sánchez –carga en el line-, y ponerse 12-3 con dos tries producto de ese juego: el primer de Crovetto levantándose de un scrum en 22 y atacando por el ciego, y el segundo de Klapenbach tras un largo maul que camino más de 15 metros.
Los Cuervos se puedo recuperar sobre el final del primer tiempo, cuando volvió a jugar con 15, pero fue en el arranque del segundo que golpeó: primero con un try al minuto nacido del juego corto, tras obtener en el line, y el segundo tras una genialidad con suerte: en la única que abrió, Prada tiró un rastrón, el agua frenó la pelota que se iba y Tiscornia corrió para apoyar el 18-15, luego que Durán hubiese acercado de penal.
Trébol tuvo una gran virtud: sitiado y con pocas chances de salir con el pie, pudo cambiarle el rumbo al partido agrupando el juego y apretando con los forwards. Obtuvo desde el line y elaboró un largo maul que derivó en varias fases de juego corto y el try a los 68’ para poner el 20-18 y premiar a un sanducero que había sumado cuando dominaba, y también cuando tenía todo en contra.
Cuervos lo fue a buscar en el final, pero se encontró con una firme defensa sanducera que le impidió sumar, hasta conseguir un penal para salir del asedio. Pudo ser el final, pero el negro forzó la última, un penal lejano que Prada probó a los palos: en juego estaba nada menos que una temporada entera, y una particularmente fructífera e histórica para los del Golf. Al centro no le tembló el pulso, y aún con el viento arremolinado logró acertar para poner el 21-20 y redondear, quizás, una de las victorias más importantes de la historia para Los Cuervos, que además le posibilita meterse entre los cuatro e ilusionarse, con argumentos que nunca, con el título del Uruguayo.