Uruguay se fue con la frente en alto de Hong Kong, donde perdió de manera injusta por 14-12 en la final de Bronce
Qué lástima. Uruguay fue el protagonista e hizo todo el gasto, pero se quedó a dos puntos de llevarse la Copa de Bronce, luego de perder ante Portugal por 14-12 en la final. De todas maneras, la imagen del domingo terminó siendo reconfortante, y un lindo cierre para un proceso que ojalá tenga continuidad en el tiempo.
Estuvo muy cerca. Porque Uruguay tuvo el balón y el dominio territorial en la mayor parte del partido, pero falló en algo que había estado fuerte en casi todo el torneo: la efectividad. Dejó pasar dos chances en la primera parte, y una más en la segunda, ante un Portugal que facturó las dos que tuvo y se llevó el triunfo.
Los celestes comenzaron abajo, luego que en la salida Portugal obtuviera la pelota y atacara. La defensa sostuvo bien el primer ataque, pero luego de abrir a la punta y volver al medio, el desequilibrio se dio cuando uno de los jugadores lusos fijó bien la marca y recibió dos tackles, pero consiguió hacer el pase para que Ferreira amagara dos veces, se sacara un tackle de encima y apoyara.
A partir de ahí, la primera parte fue toda celeste. Con muy buena posesión y paciencia para avanzar fase a fase –fueron más de seis o siete en una jugada- pero sin la explosión final para desequilibrar y poder apoyar. Los celestes se quedaron una y otra vez cerca, ante una defensa que defendía en el límite y en varias oportunidades fue sancionada con penales. Primero no llegó Lussich, después Gibernau, hasta que la ocasión se perdió luego de un pase un poco bajo de Lussich a Gibernau que motivó el knock on.
Terminó el primer tiempo, y en el segundo Uruguay salió a buscarlo con más fuerzas aún, luego de obtener la posesión tras el enésimo penal portugués. El line –fuerte en el partido y en todo el domingo- fue buena plataforma para abrir el juego, y Los Teros empezaron a arriesgar un poco más, con pases más largos buscando el agujero. Tati probó por la punta y por centímetros no le dio, y el tackle terminó en knock on.
Pero con Uruguay jugado en ataque, llegó el contragolpe tras un penal en contra. Portugal la movió bien, ganó la línea y con un par de pases llegó al try de un injusto 14-0.
El golpe pudo haber liquidado a Uruguay, que sin embargo siguió buscando con paciencia, hasta que Nacho Conti logró quebrar con un excelente sombrero. Lamentablemente, la conversión esquinada de Morales no tuvo la misma efectividad que ante Zimbabwe, y el partido quedó 14-5.
Otra vez a seguir buscando, yendo al contacto sin poder quebrar pero manteniendo la pelota, y ayudados por la máquina de penales que fue Portugal. Hasta que Carracedo pudo darse el gusto, aceleró, banco dos tackles y apoyó bajo los palos en la última jugada del partido, para achicar distancias y poner el 14-12 final en un partido que no mereció ser derrota.
Puesto 18° para Uruguay, dos mejor que en Dubái, y con la satisfacción de haber mejorado la imagen del sábado. Después de todo el trabajo y las dificultades –a no olvidar que el equipo tuvo cinco bajas con respecto al del Mundial, que sufrió las de Caín para llegar a Hong Kong, y qur todo el proceso fue una negociación permanente- era justo cerrar con una actuación que muestra a Uruguay metido en el Mundo. Ojalá que toda la experiencia acumulada en estos meses no se pierda, y sea el inicio de una nueva era para el seven uruguayo. Aprobado para Los Teros.