Le ganó a Los Pumas la final por 19-12 y dio el sorprendente golpe de la Copa, una de las sorpresas más grandes del rugby en los últimos años
El sorprendente Gales, el equipo de segunda línea que sorprendió a todos, se quedó con la Copa del Mundo al derrotar a Argentina en la final por 19-12.
En una final en extremo pareja, los galeses supieron manejar mejor la presión de estar uen un partido de esas características. Aprovecharon su momento en el partido, el arranque, para monopolizar la posesión. Movieron el balón de un lado a otro, hasta generar el espacio ya poyar el primer try desequilibrabdo en la punta.
Argentina no jugaba bien, pero se encontró con el try tras un scrum a favor que aprovechó Martín Rodríguez para correr por la punta y sin marca apoyar contra la punta.
Fue el momento de Argentina en el partido. La siguiente la tuvo Lucas González, que se cortó y quedó a centímetros del íngoal, y en el pase se le cayó a Martín Rodríguez.
Y Gales aprovechó, porque en la siguiente salida aprovecharon un scrum a favor para meterse dentro de la defensa argentina y apoyar el segundo try.
Los Pumas tuvieron la pelota hasta el final del primer tiempo, pero no encontraron la vía para quebrar la defensa galesa, Santiago Gómez Cora probó dos veces, una corriendo con el balón, la otra con un rastrón, pero en las dos el fondo gales salvó la plata.
Argentina siguió buscando por todas las vías, y lo encontró saliéndose del libreto, un kick largo de González a Camacho, que apoyó contra la bandera.
A partir de ahí, con ambos equipos presionados y con el destino pendiendo de un hilo, llegaron las patadas para uno y otro lado, de modo de poner la bola lo más lejos del ingoal posible, y desgastar lo menos posible las piernas.
El dominio territorial era de Argentina, con Gales esperando el error para lastimar. Y lo hizo, luego de un knock on que provocó el scrum y la jugada hacia la punta para que Aled Tomas acelerara y apoyara para el 19-12.
En el final, como en todo el partido, Los Pumas no supieron jugar el balón. Gales defendió y mantuvo la calma, hasta que el error de Rodríguez buscando el rastrón pasado la hora acabó con todo. Y Gales, el serenó, el equipo que jugó en función de tal, se llevó con justicia la Copa del Mundo. Sí, aunque sonara imposible tres días antes.