A pesar de que pudo seguir jugando con una lesión a cuestas, Richie McCaw finalmente decidió ponerle una pausa a su carrera para someterse a una operación. La misma consistió en sacarle un tornillo que le pusieron en febrero debido a una operación de una fractura por fatiga del pie.    

Ese tornillo fue el gran culpable de los problemas del internacional neocelandés. El jugador no vio descanso a lo largo del año y, si bien no llegaba en su mejor estado físico porque el tornillo comenzó a generar molestias en la zona previamente afectada, decidió disputar el Mundial con su seleccionado para consagrarse como campeón del mundo. Lo que agravó aún más la situación.  

 

Una vez tomada la resolución de quitárselo para solucionar las dificultades y realizada la operación, se estima que el capitán de los Blacks estará inactivo de 10 a 12 semanas antes de que pueda comenzar a correr y así reintegrarse a la actividad. Esto manifestó Deb Robinson, médico de la selección, una vez culminada la misma. 

 

A su vez, agregaría que lo importante es que se le sacó el tornillo y recibió un injerto en el hueso. Una radiografía antes de la operación develó que el hueso había empezado a curarse en las cuatro semanas posteriores al Mundial, lo que era ya una buena noticia. 

 

Según el cuerpo médico, McCaw tendrá que llevar un yeso durante dos semanas. Reciñen pasado un mes este podrá retomar los entrenamientos de forma paulatina para volver al ruedo lo antes posible.