El internacional de la rosa y héroe de su selección en el Mundial del 2003, asumió la parte de responsabilidad que le corresponde por haber marrado 3 penales durante el duelo ante los Pumas
Todos sabemos lo que significa el apellido Wilkinson en la selección de Inglaterra. El mismo dejaría marcado su nombre en fuego en el año 2003 cuando, con su soberbia pegada, derrotarían a Australia en la final, dándole su segundo título mundial a los de la rosa.
El debut en la RWC 2011 parece haber sido ciertamente errante para un jugador que está acostumbrado a disparar a los dos palos como si fuese un francotirador, más allá de haber anotado 8 de los 13 puntos de su equipo.
En total, el internacional fallaría 3 penales que, si bien no serían lamentados por los europeos a la hora del resultado final ante Argentina, podrían haberlos hecho jugar el partido de manera más tranquila si hubiesen sido convertidos.
Consultado por esto, el mismo Wilkinson se mostraría bastante auto crítico respecto a su actuación, manifestando que el único culpable de haber fallado esas oportunidades fue él. Si bien está acostumbrado a definir en situaciones difíciles, la suerte no pareció estar de su lado en esta oportunidad.
El rubio de Inglaterra consideró suyos los errores. Además reconoció que patear a los palos parece haber sido una tarea más que complicada a lo largo de este partido, donde casi no hubo tiempo para pensar y menos para estar fino. Así lo demuestran también las oportunidades marradas por Argentina a la hora de las conversiones, perdiendo 18 puntos.
Quizás pudo ser el estadio, o incluso la pelota que utilizaron, Wilkinson manifestó haberse sentido muy cómodo con la ovala dispuesta para este Mundial, y dijo que a fin de cuentas convertir es su especialidad. Solo habrá que entrenar más y tratar de hacer mejor las cosas la próxima vez.