Nunca vienen mal las buenas noticias, y de esas parece haber de sobra para Saracens. En las últimas horas, el equipo inglés ha recibido muy buenas señales respecto a la posibilidad de construir su nuevo estadio en el condado de Barnet y solo restaría que la directiva regional diese el visto bueno para que se cumpla con el sueño. 

 

Así, los ingleses quedan un paso más cerca de convertirse en el primer equipo profesional con un estadio de césped artificial, idea que ya había recibido la aprobación del Comité de Planificación y Medio Ambiente de Barnet.

 

"Obviamente estamos encantados con la confirmación de que nuestro proyecto puede llevarse a cabo en la región. Ahora esperaremos la decisión formal de las autoridades de Barnet", comentó el presidente de Saracens, Nigel Wray.