Ya prácticamente recuperado de su lesión, el apertura de Crusaders y Nueva Zelanda confesó que el objetivo es volver a pisar los campos de juego para el 24 de este mes; cuando su equipo enfrente a Cheetahs, por el Super Rugby
Al parecer, el desgarro en el aductor de la ingle que lo dejó sin segunda ronda de la RWC ha quedado en el pasado para Dan Carter. Tras haber disfrutado de dos meses de vacaciones, en los cuales continuaba con su recuperación, el jugador kiwi se integró a los entrenamientos de su actual equipo: Los Crusaders.
Esto solo son buenas noticias para el equipo neozelandés, ya que recupera al apertura para los difíciles partidos que se avecinan en el Super Rugby. El jugador reconoce que, a pesar de sentirse bien físicamente y estar plenamente recuperado, no ha pateado una pelota de rugby desde aquel día en que sufrió el contratiempo físico. Elemento que el cuerpo técnico tiene en especial consideración y analiza en detalle antes de decidir si se lo mandará a la cancha o se lo reservará para más adelante.
“De la ingle me siento bien” consideró Carter. "Durante estas semanas trabajaré en la agilidad y la carrera. Respecto a las patadas, eso será lo último a lo que hincarle el diente, ya que la idea es evitar cualquier posible contratiempo”, explicó.
Si bien aún se encuentra trabajando al 80 % de sus posibilidades, el apertura se mostró confiado en poder ser de la partida cuando los Crusaders vuelvan a ser locales en Chritschurch. "Sería algo muy bueno y que deseo con todas las ganas, pero tengo mucho trabajo que hacer antes de esa fecha’, reconoció el máximo anotador en la historia del rugby.
"Va a ser muy importante para Christchurch y me encantaría estar bien para ser parte de ese juego. Trabajaré muy duro con tal de conseguirlo”, sentenció.