Por el partido postergado de la segunda fecha del 6N, tanto galos como los del trébol se quedaron con gusto a poco tras empatar en 17. Resultado que beneficia a Gales, cada vez más líder
Las ilusiones depositadas en este partido eran muy importantes. Tanto Francia como Irlanda sabían que, en caso de llevarse la victoria, meterían una presión enrome a Gales, líder del certamen.
Si los galos se hacían con el triunfo, empatarían en la primera colocación a los del dragón con 3 victorias en 3 partidos, Irlanda en cambio, en caso de ganar quedaría como escolta, junto a Inglaterra y los mismos galos. Especulaciones que no terminaron aconteciendo ni para uno ni para otro.
El partido quedó en tablas. Los equipos terminaron empatados en 17 puntos. Resultado que en un principio dejó un gusto bastante amargo para ambas partes, ya que era el peor resultado para cualquiera de los dos: ambos quedaron lejos, y Gales se despega cada vez más, sin siquiera jugar.
Con la intención de repetir lo hecho ocho días atrás, cuando apabullase a Italia en Dublín, Irlanda salió a ser protagonista en el Stade de France. Apostando al dominio del juego, y la presión excesiva sobre la salida de los “le bleus” cuando estos tenían la pelota; además de aplicar kicks tácticos junto a una clara vocación hacia el tackle ofensivo, para forzar errores y recuperar la pelota, los de verde hicieron sentir excesivamente incómodo al local, por lo menos durante los primeros minutos.
Esta estrategia agresiva dio sus frutos durante los primeros 15 minutos de juego, e incluso el mejor desempeño de los dirigidos por Kidney se vio reflejado en el marcador gracias a la viveza de Tommy Bowe. El jugador interceptó un pase sin destino de Aurélien Rougerie para correr en soledad abajo de las haches y estableció las primeras diferencias.
Francia, lejos de achicarse por lo sucedido pareció haber necesitado que le golpearan el orgullo para reaccionar. Ya que, minutos después de que anotase Irlanda, François Trinh-Duc inició una gran jugada ganándole la espalda a algunos rivales para que ese avance finalizara a metros del ingoal, con el penal que efectuó la defensa del Trébol para detener la ola azul. Fue la primera advertencia de que los dirigidos por Saint André propondrían pelea.
Las defensas se mantuvieron bien cerradas, pero aún así la intensidad con la que jugaban no disminuyó. Esto solo provocó que las faltas aumentasen cada vez más, y que
Jonatan Sexton y Morgan Parra, especialistas en la materia, aprovechasen sendos penales a favor para aumentar el tanteador: 10 a 6.
Sin embargo, el primer tiempo culminaría con una exquisitez del wing irlandés que, con un espectacular sombrero mediante, anotó un try que le permitió alcanzar su segundo doblete consecutivo para el 17 a 6 parcial. La diferencia era mucha y si bien Francia parecía esbozar pasajes de buen juego, todavía estaba muy lejos de inquietar a una defensa muy bien parada. Cosa que cambiaría en el segundo tiempo, tras la charla técnica de Saint André.
El local salió a la segunda etapa con otra actitud totalmente distinta. La idea fue robar la pelota, cuidarla y explotar la velocidad de los hombres más rápidos, siempre apoyados por una primera línea potente y bien parada que avanzaba con convicción en busca de apretar a la visita. La idea, claramente, fue hacerle sentir a Irlanda el peso de la localia.
Esta reacción fue liderada por Morgan Parra, ya que el medio scrum afinó la puntería para concretar un nuevo penal a favor y así empatar el cotejo tras que Wesley Fofana, algunos minutos antes, aprovechase una pelota sin destino para zambullirse en el ingoal irlandés y decretar el pasajero 14-17.
Al posterior empate se le sumó la grave lesión de Conor Murray para empañar aún más el panorama para la visita. No obstante, esa paridad lo llevó a alejar la pelota de sus propios 22 metros y enlentecer el juego ante la incesante lluvia que caía en Paris. El objetivo era enfriar el partido y, de alguna manera, frenar el envión anímico de los locales, que seguían presionando en busca de la victoria, ya que la posibilidad de la punta se les escapaba.
Los minutos pasaron y a pesar de que Francia buscó el triunfo por todos los medios, inclusive mediante dos drops ejecutados por un especialista como Lionel Beauxis, la pelota mojada, la cancha pesada, y una Irlanda replegada en su totalidad con el objetivo de defender a muerte su ingoal, dilapidaron esta posibilidad.
Con esto, los galos quedan en la 2da colocación del torneo, mientras que su rival de turno se ubica 4to, por detrás de Inglaterra. El objetivo de los dirigidos por Saint André ahora es claro: intentar sorprender en Cardiff y llevarse una victoria que no parecerá sencilla.
En el último Mundial los de azul supieron derrotar en semis al dragón, pero esta es otra historia y, hasta ahora, Gales ha sido el mejor en cuanto a volumen de juego refiere. La fecha que viene promete ser apasionante. Se enfrentan líder y escolta.
Síntesis del partido:
FRANCIA (17):
Titulares: 15 Clement Poitrenaud, 14 Vincent Clerc, 13 Aurélien Rougerie, 12 Wesley Fofana, 11 Julien Malzieu, 10 François Trinh-Duc, 9 Morgan Parra, 8 Imanol Harinordoquy, Julien Bonnaire 7, 6 Thierry Dusautoir (c), 5 Yoann Maestri , 4 Pascal Pape, 3 Nicolas Mas, 2 Dimitri Szarzewski, 1 Jean-Baptiste Poux
Suplentes: 16 William Servat, 17 Vicente Debaty, 18 Lionel Nallet, 19 Louis Picamoles, 20 Julien Dupuy, 21 Lionel Beauxis, 22 Maxime Mermoz
Entrenador: Philippe Saint-André
Tries: Fofana
Conversiones: –
Penales: Parra (4)
IRLANDA (17):
Titulares: 15 Rob Kearney, 14 Tommy Bowe, 13 Keith Earls, 12 Gordon D´Arcy, 11 Andrew Trimble, 10 Jonathan Sexton, 9 Conor Murray, 8 Jamie Heaslip, 7 de Sean O´Brien, Stephen Ferris, 6, 5, Pablo O´Connell (c), 4 Donncha O´Callaghan, 3 Mike Ross, 2 Rory Best, 1 Cian Healy
Suplentes: 16 Sean Cronin, 17 Tom Court, 18 Donnacha Ryan, 19 Peter O´Mahony, 20 Eoin Reddan, 21 Ronan O´Gara, 22 Fergus McFadden
Entrenador: Declan Kidney
Tries: Bowe (2)
Conversiones: Sexton (2).
Penales: Sexton (1).
Amarillas: –
Rojas: –
Árbitro: Dave Pearson (Inglaterra)
Estadio: Stade de France, Saint-Denis (París)