“La idea no es algo descabellado ni nada parecido, sino todo lo contrario. Después del Mundial 2015 el Super Rugby puede seguir extendiéndose a otros países y continuar integrando este deporte en el resto del mundo. Aún falta, pero el proyecto es visto con muy buenos ojos”. 

 

Esas fueron algunas de las palabras manifestadas por el jefe ejecutivo de Sanzar, Greg Peters, una vez consultado acerca del rumor de la expansión del Super Rugby de cara al futuro; teniendo en consideración la negativa de hace pocos días al ingreso de una nueva franquicia sudafricana en el certamen internacional. 

 

Actualmente este torneo está integrado exclusivamente por franquicias de Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, sin posibilidad de modificar el orden de los equipos que allí participan, ya que no existe otra categoría, ni ascensos, ni descensos. 

 

El campeonato está sujeto a un acuerdo de televisión hasta 2016 (razón fundamental por la que la franquicia ya nombrada no pudo ingresar), pero los organizadores ya están tratando de acceder a nuevos mercados.

 

Con el ingreso del rugby a los Juegos Olímpicos para el mismo año, los informes sugieren que el máximo organismo de rugby del Hemisferio Sur estaría dispuesto a capitalizar el crecimiento del rugby en nuevas regiones. Las cuales, por lo que se sabe, serían EEUU y Japón. ¿Argentina? Está en los planes, más con su ingreso en el Rugby Championship, aunque curiosamente no fue nombrada por Peters.