El organismo internacional no aprobó el ingreso de la franquicia sudafricana Southern Kings en el máximo torneo de clubes del Hemisferio Sur de cara al 2013
La idea original fue propuesta por la Unión Sudafricana de Rugby, considerando que esto le vendría bien al torneo. Lejos de esto, dicha iniciativa generó mal estar a las demás franquicias del país participantes del certamen, que, en teoría, nunca fueron consultadas respecto a esta posibilidad.
Las opciones para que los Southern Kings pudieran entrar en el Super Rugby eran o aumentar el número exclusivo de equipos a 16, o que alguna de las franquicias ya participantes de dicho país cediera su lugar. Cosa que no gustó nada en estos equipos y se manifestaron rotundamente en contra de esta posibilidad. Lo que generó, hasta el día de hoy, una situación complicada en la interna de la SARU.
Por su parte Sanzar, organismo rector del cono sur, analizó el caso y consideró que la idea planteada, por el momento, es algo inviable y así lo hizo saber Greg Petes, CEO de esta autoridad: “La realidad es que la expansión del Super Rugby no es posible a esta altura”. “Antes de su inclusión, las aspiraciones de los Kings fueron discutidas en detalle; como se quieran acomodar es un problema doméstico para Sudáfrica”, agregó.
Por su parte, el presidente de la Unión australiana y miembro de SANZAR, John O´Neill, también brindó algunas palabras planteando que “estamos en el segundo año de un acuerdo de cinco años donde nosotros vendimos a la televisión una competencia de 15 equipos”.
Así, a la SARU le quedan dos opciones: dejar afuera a Stormers, Sharks, Lions, Cheetahs o Bulls para que ingrese Southern Kings y afrontar demandas legales por los compromisos de estos equipos con los sponsors y los contratos de los jugadores o dar marcha atrás a la promesa y que los “nuevos” participen de un torneo invitado por la IRB -no la Nations Cup-, una idea que cuenta con el apoyo del gobierno sudafricano.