El entrenador de los Boks en la pasada RWC le cayó con todo a la federación de su país, criticando la lentitud de esta para decidir quién dirigirá a los de verde de cara a la temporada que comienza
EL último Mundial fue un fiasco para Sudáfrica, y con decir esto nadie descubre nada. Siendo campeones en 2007, se esperaba que los Boks fuesen capaces de hacer más fuerza por retener el título. Pero, lejos de esta realidad, se terminaron despidiendo en los 4tos de final a manos de Australia.
Una vez finalizado la participación de los dirigidos por De VIlliers en el certamen internacional, muchos rumores corrieron con respecto a quién dirigiría al equipo en la próxima temporada.
Por un lado, se hablaba de la inmediata destitución del entrenador de turno, para empezar así un nuevo proyecto. Por otro, voces pertenecientes a la SARU plantearon que el trabajo realizado por el head coach había conformado y se le renovaría el contrato.
Finalmente nada de esto fue cierto, sino que se terminó por decidir que, cualquiera fuese la decisión a tomar, esta se haría pública recién a fines del mes de enero.
Rompiendo el silencio tras largo tiempo, el propio Peter de Villiers, de 54 años, se manifestó respecto a la tediosa espera por saber quién será elegido. Si bien la posibilidad de que se le renueve el contrato hasta julio del presente año existe, no es una certeza.
Ante este panorama, y con Heyneke Meyer y Gert Smal como candidatos a su puesto, el estratega de los Boks en la pasada RWC resaltó que el nuevo entrenador no tendrá tiempo suficiente para moldear un plan de juego para la temporada.
"Ya es demasiado tarde para que el entrenador se siente con los coach de Super Rugby. La designación debería haberse tomado en diciembre", explicó De Villiers, quien además agregó que la extensión de su contrato (hasta finales de enero) lo puso en una posición muy delicada para conseguir otro equipo. "Ahora no hay ningún trabajo por ahí. Tal vez sería mejor que me digan que no harán uso de mis servicios. Se crean ciertas expectativas", remarcó.
“Estas decisiones deben ser tomada con tiempo para tener algún plan de respaldo en caso de que las cosas no salgan como uno quiere. Creo que la SARU podría haber acelerado el proceso en vez de generar tanta expectativa” remató el entrenador, bastante indignado con el ostracismo del organismo.