El plantel de Los Teros entrenan diariamente entre las 7 y las 10 de la mañana en el Charrúa, de manera de optimizar la preparación antes del partido ante Hong Kong

Los Teros empezaron la recta final hacia el amistoso del sábado ante BC Bears de Canadá, la exigente prueba antes del gran partido del 2 de agosto ante Hong Kong, por las semifinales del repechaje al Mundial de Inglaterra 2015.

Y lo hicieron con algunos cambios de fondo. Desde hace dos semanas, tras el regreso de la Nations Cup donde se anotaron un triunfazo ante Rusia, comenzaron a trabajar en un régimen diferente, que significa varios pasos hacia adelante: el que les permite el régimen de viaticado acordado con la URU para encarar la recta final de la Eliminatoria.

Como informó RugbyNews en mayo, Los Teros acordaron con la directiva de la URU un sistema de viaticados producto de los fondos extra que generó el acuerdo por los derechos de televisación de los partidos de selección. Eso se traduce en un cambio en los entrenamientos: de trabajar tres veces por semanas por las noches, se pasó a un régimen de entrenamiento diario –salvo los miércoles- entre las 7 y las 10 de la mañana en el Charrúa.

Las ventajas son evidentes: en primer lugar, el cuerpo técnico encabezado por Pablo Lemoine tiene a su disposición a los jugadores por la mañana y no por la noche, con lo que les puede sacar el mayor jugo.

Además, el nuevo sistema permite que los jugadores vayan una sola vez por día al Charrúa, para realizar trabajos de gimnasio y de cancha en ese horario, y dejar el régimen anterior, en el que debían ir por la mañana al gimnasio y por la noche a la cancha. A su vez, el cuerpo técnico estableció un sistema de trabajos físicos individuales para cada jugador, de manera de hacer hincapié en las necesidades de cada uno.

Según pudo saber RugbyNews, el monto final del viático a los jugadores aún no está definido, pero sí que se cobrará a fin de mes, y que serán parte 23 jugadores, en lugar de los 16 previstos en un principio, ya que los jugadores prefirieron bajar un poco la cifra pero que llegar a todos.

Para algunos jugadores, fundamentalmente los que viven en el exterior, el cambio fue un alivio grande para no tener que poner tanto dinero de sus bolsillos. Mientras tanto, varios de los que tienen trabajos -la gran mayoría- pudieron acomodar sus obligaciones de manera de poder estar diariamente entre las 7 y las 10 en el Charrúa.