De a ratos fue un gran partido, cuando se olvidaron de jugar fue insoportable: Carrasco Polo le ganó 24-15 a Los Cuervos y sigue siendo puntero del Uruguayo por varios cuerpos
Cuando se acordaron de jugar salió un partidazo, de ida y vuelta, con ambos equipos encontrando espacios y apoyando tries. Lamentablemente, esos momentos fueron los menos de la tarde del Carrasco Polo 24-Los Cuervos 15. En muchos otros ganaron las defensas –está muy bien y es parte del juego-, los errores de manejo -no está tan bien pero es parte del juego- y la indisciplina de adentro y afuera, esa que no es parte del juego y que fue elevando la temperatura hasta cortar con todo el juego existente.
Fueron siete tarjetas a lo largo del partido. Y sin bien puede caberle responsabilidad al juez Gustavo Gerbasi en no poder controlar a tiempo los ánimos, adentro –y afuera, sobre todo en la hinchada visitante- no colaboraron nada. Eso derivó en malhumor, protestas y un partido que no fue tal por varios momentos.
Los Cuervos arrancó mejor, y mostró, aún con muchas ausencias, algunos de los puntos más altos que puede calzar este equipo, y que lo pueden llevar a pelear por el título pese a la irregular campaña 2014. Sólido scrum, buena lectura en lines propios y ajenos, tres cuartos activos –liderados por un Prada diferente- para correr , ser verticales y agresivos en el contacto, y un medioscrum como Bracanto que jugaba como debe hacerlo el 9: liberando rápido, buscando el espacio, dejándola adentro lo suficiente y sabiendo cuando ir hacia adelante. Ese juego se tradujo en el primer try a los 6 minutos, y en el dominio de buena parte del primer tiempo.
Polo equivocaba caminos por momentos, cerrando el juego más de la cuenta, pero cuando aceleró y encontró ritmo para mostrar su juego dinámico. se encontró con una buena defensa que le cerró opciones una y otra. Encontró el try bajando un cambio, jugando un poco más cerca de las formaciones pero siendo más incisivo, hasta que Vecino encontró el espacio y se mandó para poner el 7-7 cuando ya iban 28’.
Fue el mejor momento de Polo, que mostró lo que se sabe que tiene el caballito: una línea de backs potente –potenciada con la vuelta de Etcheverry- y a la que le gusta jugar de manos, y que si es acompañada de un pack que obtiene pelotas y le genera espacios puede ser letal.
A los 35’ llegó el segundo try de Polo, y el inicio de la otra parte: el malhumor, los choques, las peleas y las tarjetas. Polo recuperó una pelota en una jugada que Los Cuervos protestó un cabezazo de Campomar, Parra armó un gran contraataque ante una defensa desacomodada en retroceso, jugó con Jerónimo Etcheverry y el jugador de Los Teros apoyó bajo los palos el 14-7, que además se tradujo en una amarilla al capitán Adrián Lewis por protestar.
Los Cuervos perdió la paciencia, y pocos minutos después, a los 38’, fue el medioscrum Martín Brancato el que se fue con tarjeta por otro incidente verbal. 13 contra 15 y con una serie de scrums a favor de Polo, que parecían dejar todo a punto de liquidarse, en el medio de los gritos de la hinchada visitante y la sensación que el partido se le iba a los de negro.
Pero Los Cuervos bancó la parada y se fue al descanso sin nuevos puntos en contra. El entretiempo daba una nueva oportunidad de arrancar de cero, de volver a mostrar el buen juego que ambos habían intentado por momentos. Y lo hicieron en el arranque: un penal por lado, para subir el score al 17-10, y pocos minutos después otro lindo try de Polo: line, maul, pelota a la punta y el segundo try de Jerónimo Etcheverry contra la bandera, luego que Gibernau ganara la ventaja, para el 24-10.
Los Cuervos respondió con otro buen try: line, maul, un par de fases en corto yendo hacia adelante y el try por la bandera. Otra vez el partido en modo de ambos equipos cambiando ataque por ataque.
Pero otra vez se acabó el juego. Quizás fue que las defensas volvieron a afirmarse, cerraron caminos para que la pelota saliera rápido, obligaron a penales y errores de manejo. Lo cierto es que el partido se volvió a cortar, volvieron los entreveros, los malos humores y el juego cero. La pelota ya casi no agarró ritmo salvo una jugada aislada, y volvieron los encontronazos: Avalo y Ruffallini se fueron con amarilla por uno, en el que Sanguinetti también bien la roja por otro golpe. Antes había sido Rega por repetición de penales, y cerca del final Protasi. Polo no pudo aprovechar su buen momento de juego, y Los Cuervos tampoco. Y el partido se fue otra vez entre pitazos, errores, gritos y nada de juego, que le impidió incluso a los dos irse con un bonus por el que hicieron méritos.
En síntesis Polo sigue como cómodo líder, y demuestra que aunque no es avasallante en el juego encuentra los caminos para llevarse cada partido del campeonato. Los Cuervos prendió una luz: mostró que tiene potencial como para pelearle a cualquiera.