La entrevista completa con Pablo Lemoine, hablando del partido y de lo que significa la clasificación para Los Teros
Un día, Pablo Lemoine se quebró. Y lloró. El habitual pilar duro y recio, el que suele tener cara de enojado, dio pie a una emoción que tenía aguantada a flor de piel hace mucho tiempo. Sus Teros, con él al frente de un proyecto que cambió al rugby uruguayo, clasificaron al Mundial.
“Me emocioné porque son cuatro años de dejar muchas cosas de lado. De alejarme de mis amigos, de mi familia, de mi salud por meterme de lleno en esto. Por creer, porque me convencieron los jugadores. Todos los desafíos que les puse me respondieron de forma positiva. Mi compromiso con ellos era muy grande, era completo, no podía hacerlo a medias. Eso me llevó a dejar muchas cosas de lado, y cuando terminó fue cumplir el objetivo y liberarme de una cantidad de coas que valían la pena”, dijo Lemoine a RugbyNews.
“Tengo que agradecer a los presidentes, al Chelo, a `Pino, a Gustavo, que creyeron en mi persona, como quien podía potenciar esto, y me creyeron en las cosas que les fui pidiendo. Fueron tipos que se solidarizaron conmigo, que entendieron lo que les pedía, desde más pelotas, un lugar para entrenar hasta viáticos para los chicos. Todo en su debido momento, pero todos lo entendieron, la verdad estoy eternamente agradecido. Sobre todo son un ejemplo a seguir de directivos, tipos que aman el rugby. Al rugby hay que amarlo para tomar los riesgos que tomaron. Me parece que pudimos dar ese paso porque tuvimos. Y los chicos se convencieron que tenían todo. Y el convencimiento va mucho más allá de la plata o el contexto”, agregó el DT.
Sobre la charla en el entretiempo, el entrenador agregó: “Hoy no podíamos perder. Lo tenía claro y fue lo que les transmití en el entretiempo. No vamos a quedarnos afuera de un Mundial porque nos comimos 17 puntos y un try en el último minuto del primer tiempo. No íbamos a quedarnos afuera. Ellos lo sabían y nosotros también. Los chicos de afuera metieron una energía increíble, el equipo explotó. Lo habíamos hablado antes: los rusos no eran tipos fuertes de cabeza y no querían este mundial como nosotros. Entonces el partido era mucho menos estratégico y mucho más de la cabeza. De quién lo podía querer más. Cuando ellos levantaron para quererlo, nosotros fuimos y lo bajamos. Ahí creo que estuvo la diferencia”.
“Me pareció que ellos en la segunda parte vinieron a cumplir una etapa”, agregó Lemoine. “Tenemos que jugarlo a ver como sale, y cuando vieron que Uruguay era una marea que venia a pasarlos por encima, algunos jugadores de ellos quebraron. No creo que todos pero si algunos”.
“Nunca nos den por muertos”, dijo el DT. “Los uruguayos somos guerreros por naturaleza, desafiantes y fue uno de los principios que más metimos a los jugadores. Hubo partidos que nos quebramos de cabeza y fueron los que más aprendimos. Cuando nos hemos quebrado nos encerramos en el vestuario, nos replanteamos todo, nos cuestionamos y fuimos duros con nosotros mismos. Cuando uno es duro con uno mismo, después vienen las cosas. No hay cosas fáciles en ningún ámbito. Y eso transmitimos como valor principal”.
La familia
“Personalmente en mi familia tuve una persona al lado mío que se comprometió. Y creo que mucha de las novias, madres, padres, familiares se comprometieron. Ayer hicimos la entrega de camisetas con un saludo de la familia. Porque ellos se comprometieron y son parte. Se metieron hasta la médula. SI encontrábamos una tranca en casa era imposible seguir adelante”.
“Es un logro de los que están en Canadá que no pararon un minuto de transmitirnos sus ganas. Hoy jugó la sub19 y vivieron el partido con nosotros. Todas esas cosas son logros de mucha gente”.
Los choques que hubo en algunos momentos del proceso.
“Las discusiones son buenas, cuando son desde un ámbito positivo. El problema es cuando uno no discute nada y piensa que hace todo bien. Nosotros discutimos y cuestionamos todo. Para nosotros era siempre dar un poco más, siempre mejorarlo. Esa es la clave de este equipo”.
El hecho de volver a juntarse con Rodrigo Capó para pelear por la clasificación.
“Los Teros no nos pertenecen a nadie. Ni en su momento a Pablo Lemoine, ni a Quicho, ni al Rumano, ni a Rodrigo o cualquiera que veníamos de afuera. Los Teros es algo que tiene que sobrepasar a las personas. Sobe todo la identidad Teros. La gente se tiene que identificar con algo que transmiten todos los equipos y no uno esporádicamente, es algo importante entender que hay una identidad propia y no un equipo que se luzca y después desaparezca. Mañana no nos toca estar y la identidad tiene que seguir, la gente tiene que seguir identificándose. Eso es el rugby uruguayo, el que me enseñaron a mí. Es el que voy a usar hasta que me toque estar. La identidad nuestra está por encima de cualquier entrenador, cualquier situación política. Es algo que los chicos se metieron y lo entendieron más que nadie”.
Qué puede aprender el mundo de Uruguay en el Mundial.
“El rugby mundial nos puede mirar y sacar ejemplo. Nos puede cuestionar muchas cosas, el nivel, el tamaño, la organización. Pero hay cosas que no nos pueden cuestionar, y es que desafiamos lo imposible y hacemos muchísimo más cosas que gente que tiene muchísimos más medios y muchísimos más jugadores. Ahí es donde tanto la IRB como cualquier medio de apoyo de cualquier institución tiene que evaluar. Con muy poco hacemos mucho y lo hacemos de corazón”.