La clasificación al Mundial significa entrar en el Tier 2, lo que da más fondos, test matches y posibilidades de competencia; de afianzarse allí puede ser un crecimiento inédito para el rugby uruguayo
La clasificación al Mundial cambió todo. El rugby uruguayo, aunque cueste ser consciente, dio un paso sin precedentes, que, de desarrollarlo bien, puede instalarlo definitivamente en el primer mundo.
Es cierto que Los Teros ya clasificaron en 1999 y 2003, pero esos dos torneos pertenecen a un desarrollo incipiente del rugby mundial, que arrancó recién en 1995, tras el Mundial de Sudáfrica. Hoy la Copa del Mundo de Rugby se ha convertido en el tercer evento más visto del mundo, sólo superado por el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos. La exigencia será más dura que nunca, en la cancha y en la organización, pero también lo será la visibilidad y las chances de un crecimiento casi fundacional.
Para empezar, el 36-27 ante Rusia tiene una consecuencia clara: el salto del tercer al segundo escalón del rugby Mundial, o “Tier 2”, como los menciona la IRB, que les destina mayores fondos para el desarrollo y para que acorten la distancia con las potencias mundiales-.
“Lo que más cambia es que automáticamente Uruguay entra en el Tier 2, porque hoy estaba en el escalón ‘Performance one’. Implica una cantidad de consideraciones diferentes de la IRB, posibilidad de jugar test matches, confirmación de participación en las ventanas, continuidad en las invitaciones en los campeonatos IRB como Nations Cup o Américas Rugby Chanmpionship”, contó a RugbyNews el presidente de la Unión de Rugby del Uruguay, Sebastián Piñeyrúa.
Esa categorización no tiene un correlato directo en dinero, ya que, según Piñeyrúa, eso varia “de acuerdo a los planes, los proyectos. Estamos trabajando bien, en la medida que los sponsors y el estado sigan apoyando, tendremos más disponibilidad de fondos”.
En el último año la IRB aumentó un 25%, de US$ 130 a US$ 180 mil, el aporte a la alta competencia de Uruguay, en base a los avances que consiguió de aportes privados y del Estado a partir de iniciar el Centro de Alto Rendimiento. Esa cifra se volverá a crecer, aunque dependerá de los planes que presente Uruguay. En 2013, la IRB otorgó en promedio 200 mil dólares a las 20 naciones de Tier 1 y 2, aunque esa cifra crecerá para 2015.
En cuanto a los amistosos, Piñeyrúa se reunirá los próximos días con autoridades de la IRB para empezar a delinear una serie de amistosos de calidad para llegar al Mundial en competencia.
Pero por otro lado, la URU deberá comenzar un enorme trabajo de logística y organización. “Trasciende la parte deportiva, hay mucho de administración, presentación de informes, proyectos, la prensa, el transporte. Es muy complejo, pero ya estamos trabajando en eso. Hay que agrandar la estructura, perfeccionarla, focalizarla, porque hay que seguir atendiendo todas las otras cosas del rugby uruguayo. Se va a armar un equipo que va a estar liderado por alguien que va a ser un el vinculo entre la URU y la IRB”-
El otro punto clave será la preparación de los jugadores, que hasta ahora hicieron un esfuerzo gigantesco siendo amateurs, pero que para el Mundial deberán superarlo. “Es una de las cosas que estamos hablando, ver como los podemos ayudar”, dijo Piñeyrúa, que agregó que hay que armar un nuevo plan de viaticados ya que el actual terminó tras el partido del sábado.
“La Unión está dispuesta a sacar esto adelante, continuar. Es todavía muy reciente, pero hay que charlar, Tenemos que ver qué actividad hay, qué compromisos, cuales son las obligaciones, Cuanto tiene que incrementarse la preparación para enfrentar a rivales de esta altura”, dijo respecto al apoyo a los jugadores.
La clasificación también le da la posibilidad a varios jugadores de tener una inédita vidriera internacional y la chance de irse al exterior. “No creo que reo ahora, pero los jugadores se van a preparan, van a llegar muy bien, y van a poder recibir buenas ofertas. Es una linda vidriera, y puede encontrar a varios en lindo momento, que los va a ayudar”.
El Charrúa fue un gran éxito, el otro día fue una fiesta. Tenemos que aprovechar que esto ayude a crecer todos los clubes, potenciar, que el público acompañe, que se agarre la costumbre de ir al rugby, que no sea solo un partido. Todo eso es un gran desafío, entre clubes, unión sponsors, prensa y gente del rugby en general”.
“Siento una enorme alegría, no solo por clasificar, sino por cómo clasificar. Con tdoo el mundo feliz, sintiéndose parte de esto, que es lo más importante. Somos demasiado pocos y un país chico, si no logramos que sean todos parte es muy difícil. Siento que logramos algo q van a disfrutar muchos y que logramos muchos”.