Los Teros VII consiguieron la clasificación a Las Vegas, pero para eso tuvieron que hacer frente, una vez más, a la falta de apoyo

El seven arrancó el martes nuevamente los entrenamientos para los dos próximos objetivos: los sevens de Vila del Mar y Pinamar, el 23 y 30 de enero. Será la chance de cerrar el mini proceso que arrancó con el Seven de la República, en Entre Ríos, y luego siguió con los torneos casi simultáneos de Punta del Este y Mar del Plata.

Los Teros irán con la intención de seguir probando nuevas figuras, que acompañados por los jugadores de más experiencia, vayan haciendo la nueva base del seleccionado, en el que el cuerpo técnico pretende no ser tan dependiente de las figuras del XV, y que el reducido sea, como lo es en buena parte del mundo, una escalera formativa hacia el seleccionado mayor.

Es una excelente pata del proyecto. Pero sin duda deberá tener ayudas desde la dirigencia, que en este proceso no estuvieron. Para empezar, se arrancó muy tarde a trabajar para el torneo argentino, y la consecuencia fue una de las peores actuaciones en los últimos años, además de la derrota histórica ante Brasil.

Luego de mejoró en Mar del Plata y Punta del  Este, donde se demostró que hay materia prima y clase para crecer y mucho. Sin embargo, los celestes debieron hacer frente a algunas graves carencias, como no contar con preparador físico, lo que llevó a no hacer un trabajo de base que permitiera afrontar en mejores condiciones la dura competencia internacional en tan pocos días. Además, a Mar del Plata solo viajó el entrenador Luis Pedro Achard junto a los jugadores, que otra vez respondieron a las adversidades olvidándose de todo y dejando la celeste bien en alto.

Luego de los dos torneos de verano que se vienen se ingresará en un nuevo parate. Ojala que no sea un largo apagón para volver a empezar a fin de año, para preparar Paraná, Punta del Este, el Sudamericano y Las  Vegas. Que se apueste por fin al seven, que empieza a ser la punta del lanza del rugby a nivel Mundial. En 2011 se juega el Panamericano, dando inicio así al ciclo olímpico del rugby, que tendrá su gran cita en Río de Janeiro 2016. Hacia allí va el mundo. Ojalá que Uruguay también.