Old Christians y Carrasco Polo jugarán el sábado la final del Uruguayo en el Charrúa
Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
Un mes después de llenarse para presenciar la clasificación de Los Teros al Mundial ante Rusia, el Estadio Charrúa vuelve a recibir una definición de rugby. En este caso, la final del Campeonato Uruguayo, entre Carrasco Polo y Old Christians, este sábado a la hora 16:30.
El duelo más repetido en las finales de las últimas décadas se repetirá el sábado. Dos escuelas de rugby, dos formas de entender el deporte se verán cara a cara para definir el título. Porque si bien Christians y Old Boys son la rivalidad tradicional y clásica que se remonta a los colegios Stella Maris y British, son el caballito y los azules los que han sostenido el duelo competitivo en las últimas décadas, con la importante salvedad que Old Boys se metió a terciar de gran forma en los últimos años al quedarse con los títulos de 2010 y 2013.
Polo ha sido el dominador de la era moderna del rugby y lucha por recuperar la corona que perdió en 2013, cuando no clasificó ni siquiera a la final. Por otro lado, Christians se quedó con la espina el año pasado al perder una increíble final en el clásico con Old Boys, que tenía casi ganada a falta de 15 minutos para el final.
Se trata de una temporada muy especial, en la que Los Teros fueron protagonistas casi absolutos. Y eso, si bien ayudó a darle visibilidad a esta final y al rugby todo, tuvo un efecto secundario en la temporada local, que se fue dilatando en el tiempo, al punto que termina a mediados de noviembre, cuando generalmente terminaba sobre finales de setiembre. En el medio estuvo la primera edición de la Copa Uruguay, que como en el fútbol europeo enfrentó a rivales de Primera y Segunda División. Ese torneo ayudó a dar competencia a los rivales y a sumar una cantidad de partidos de exigencia casi inédita para el medio local: para Christians será el 22° partido de la temporada y para Polo el 21°, cuando en otras ocasiones no se llegaba a 18.
Polo llega como el líder de la temporada regular, con varios cuerpos de ventaja: 60 puntos, contra 49 de de los azules. Sin embargo, en el juego la historia ha sido mucho más pareja: los dos partidos entre ambos por el Uruguayo se definieron en la hora para el caballito, pero los dos de la Copa Uruguay fueron para los azules, que en la final del segundo torneo de la temporada ganaron con mucha luz: un 33-15 que sorprendió a propios y extraños, pero que según los entrenadores de ambos no significa mucho pensando en el partido decisivo.
“Fue un partido muy raro, esperemos no se repita. Fue de mucha desconcentración, así y todo en determinado momento pudimos quedar a tres puntos. Nos vino bien para ubicarnos en que si no estamos 100% los rivales lo aprovechan. Fue una gran lección, a tiempo. El rugby es un deporte para jugarlo con toda la concentración, y pecamos en eso”, dijo a El Observador Diego Oramaechea, entenador de Carrasco Polo.
“Creo que fue un partido aparte. Ellos no anduvieron nada, nosotros dominamos y lo merecimos ganar”, dijo por su parte Guillermo Storace, entrenador de Christians junto a Guzmán Barreiro.
En cuanto a cómo llegan, los dos entrenadores están confiados: “Estamos bien, la verdad que fue un año medio irregular, pero pudimos dar un poquito de continuidad a todos los jugadores con la Copa Uruguay. Hemos hecho un buen campeonato, en algunos momentos caímos, porque el campeonato ha sido muy parejo”. agregó Ormaechea.
“El equipo esta muy sólido, pero finales son finales. Lo va a ganar el que esté más concentrado. Perdimos tres o cuatro partidos, en la temporada, agarramos una seguidilla con Polo, Old Boys y Trébol, aunque el único que nos ganó con luz fue Trébol. Hemos mejorado en esta parte final y esperemos repetirlo”, finalizó el entrenador azul.
Christans con dudas
Polo llega con todo a la orden, y con una carta que sorprendió en la semifinal: Jerónimo Etcheverry, habitual fullback, jugando de apertura. Para la final todo indica que será el mismo XV que venció a Old Boys. Christians tiene la baja sensible de Leandro Leivas –rodilla–, pero la mayor duda está en Manuel Martínez, medioscrum y líder del equipo, que sufrió un tirón en la semifinal. De no ingresar podría hacerlo Mathías Arocena, habitual apertura.
Alejandro Longres será el juez del partido, en una gran oportunidad para el joven referee local.