Nicolás Klappenbach, capitán de Los Teros, habló del arranque del Sudamericano ante Paraguay
Ignacio Chans
Los Teros se preparan para saltar a la cancha por primera vez en el año. Luego de la Urucup de enero, torneo en el que el equipo se presentó como Charrúas XV porque el objetivo era ensayar y probar opciones (y que los jugadores “se expresaran sin presión”, como reconoció el entrenador Pablo Lemoine), ahora vuelve la camiseta celeste y el primer test match internacional del año mundialista, que tendrá su punto cúlmine el 20 de setiembre cuando Uruguay debute en el Mundial ante Gales en el Milenium de Cardiff.
El rival será Paraguay, por la primera fecha de la fase inicial del Sudamericano. Es uno de los rivales más accesibles de la temporada, pero a su vez un juego por el siempre importante ranking internacional, y el primer escalón en la construcción de juego celeste. La idea es poner sobre la cancha un nuevo plan de juego, con mucho mayor intensidad ofensiva y a su vez más dinámica con pelota, consciente que la entrada a las grandes ligas es inminenente, y que se necesita jugar a otra velocidad, algo que no salió en la UruCup, lo cual llevó a una profunda autocrítica del plantel.
“Al equipo lo veo muy bien, entrenando mucho mejor, viendo los errores que cometimos, y entrenando en pos de mejorar los déficit que tuvimos. Creo que en la UruCup sufrimos la falta de partidos, no sabíamos en qué realidad estábamos parados”, dijo a el Observador el capitán Nicolás Klappenbach, que se viene recuperando de una lesión y que no estará en el plantel para reste partidos, sumándose a una larga lista de lesionados en los últimos dos meses: dos fracturas de ligamentos (Alejandro Nieto y Francio Lamanna), una operación de hombro (Andrés Vilaseca) y una fractura de quinto metatersiano (Juan Gaminara).
“A veces a uno le cuesta empezar a limar el trabajo en el sistema de juego que quiere plantear. Tenemos que acortar la brecha de esfuerzo, correr mas más tiempo en forma activa. Va a ser lo que necesitemos en el Mundial, entonces tenemos que seguirlo trabajando, ahora con un poco más de tiempo”, agregó el capitán, hablando sobre un arranque de año que fue un poco más lento que el esperado.
Según el DT Pablo Lemoine, el equipo sintió la falta de presión derivada del objetivo de ensayar y jugar, sumado a hechos como que se decidió que el equipo no concentrara teniendo en cuenta que va a ser un año largo con muchas exigencias. En ese sentido, la competencia interna por un lugar entre los 31 mundialistas va a ser el elemento más fuerte para la concentración en lo que viene. “Puede estar que estuviéramos un poco mas descontracturados por el hecho de no concentrar. Pero igual, fue la parte mental que nos llevo al bajo rendimiento. Obviamente ahora sabemos los errores que cometimos, y sabemos que todos tenemos la misma chance de llegar al Mundial. Por más que fueras titular en algún momento sabes que si no andas te podés quedar sin Mundial. Es una presión que esta buena, exigente, y obliga a que los partidos haya que tomarlos de otra forma. Los técnicos nos veían desconcentrados y se corrigió, se hizo un trabajo mucho más intenso en concentración”.
Además, Kaleppenbach reflexionó que en estos encuentros del Sudamericano se podrá ver más soltura enlas formaciones fijas: “Line y scrum no veníamos coordinando, sobre todo en el scrum, porque en el line cambiamos el sistema de jugadas. Hay que seguir coordinándola para obtener los beneficios que siempre tuvimos en el scrum, y además obtener beneficios en otras posiciones. Trabajar en adaptarnos al sistema de juego, que fue lo que más nos costó y nos va seguir costando, el sistema defensivo y ofensivo, para ahogar más con la defensa, ser más ofensivo, atacar más al rival cuando tackleamos”.
“Tenemos que tratar de mantener la misma capacidad de concentración todo el tiempo, que no tengamos esos aflojes que nos costaron tries contra Rusia, contra Argentina, Estados Unidos. Esas cosas tenemos que erradicarlas. Sabemos que es muy difícil porque el jugador tiene que cambiar la mentalidad de cómo se juega acá y pasar a prácticas más intensas”, agregó Klappenbach. “Hubo una autocrítica y eso es bueno, el staff también tuvo sus reuniones. Salieron cosas buenas, cada uno tomó una cosa mala y una buena, lo cual ayuda a crecer. La autocrítica es la forma de crecer, si crees que no hiciste errores estás muy complicado”, agregó el capitán.
Es que precisamente, “intensidad” es uno de los capítulos vitales a trabajar de cara al Mundial, cuando Uruguay enfrente a algunos de los rivales más difíciles del planeta. Por eso es bueno arrancar con rivales accesibles en los papeles, como Paraguay y Brasil, ya que en un par de semanas vendrán un par de subidas de escalones: un clásico de siempre -y de visitante- ante Chile, y test matches de primer orden mundial ante Estados Unidos y Fidji. “A Uruguay el cuesta salir a jugar como protagonistas de los partidos. Tenemos que aprender a ser protagonistas, hay que demostrarlo si queremos mantenernos en nuestro nivel. Así lo vamos a tomar, tenemos que aprender a eso. Los rivales nos van a hacer eso, tenemos que hacer lo mismo todos los partidos. Y ni que hablar que hay que mantener una buena solidez defensiva, que no te vulneren el ingoal, como nos pasó con Chile, que tuvimos una desconcentración en la última jugada y nos comimos un try”.
Para ir al Charrúa
Los Teros debutan el sábado a la hora 16:00 en el Charrúa ante Paraguay por la primera fecha del Sudamericano. Las entradas cuentan $100 en la tribuna de Avenida Bolivia y $50 en las cabeceras. Antes del partido se realizará el “DHL Festival” un torneo de niños de sexto de escuela, tras el cual se hará un sorteo que le dará la posibilidad a un niño de viajar al partido Uruguay-Inglaterra en Manchester, y entregarle al juez la pelota con que se jugará el partido.