Los Teritos sorprendieron al vencer 28-26 a Fiyi en un emocionante partido que se definió en la hora, y clasificaron al tercer puesto del torneo
Fue una victoria ante un grande. Uno irregular, cierto, pero que en mayores está 12° en el mundo, y peleando palmo a palmo por ingresar entre los 10 mejores del planeta.
Y fue un partido a la medida de Uruguay. En el que no era favorito, que dominó pero que se vio obligado a darlo vuelta en la hora. Así Los Teritos vencieron a Fiyi 28-26 en la tercera fecha del Mundial Juvenil M20 B, lo que los clasificó al tercer puesto, que jugarán ante Tonga el domingo a la hora 11 de Uruguay.
Pero además, sirvió para demostrar que el mal partido ante Georgia en el debut –que quitó la chance de jugar por el título– había sido una excepción, y que el trabajo de largo plazo de la primera generación íntegramente formada en el “laboratorio” del Centro Charrúa tenía que dar resultados más a la corta que a la larga.
Fue un partido dramático, que se definió sobre la hora, gracias a un try con el empuje de los forwards, luego de varios scrums y mauls.
Uruguay había sido más durante todo el partido, pero no había conseguido sacar ventajas suficientes. Llegó a ir ganando 10-0 gracias un penal y try de Manuel Diana desde el scrum, pero luego se fallaron varias opciones en el juego corto y en el desplegado.
Los Teritos habían hecho lo más importante ante un rival así: establecer una gran cantidad de tackles y no desordenarse en defensa, para evitar que tomaran velocidad y probaran pases en el contacto, lo que les da más dinámica y los hace imparables. Así y todo, en la única que pudieron largar llegó el try del 7-13 con que se fue el primer tiempo.
El segundo tiempo fue un permanente intercambio de golpes: Uruguay trabajaba sus tries y defendía con bravura, pero el desgaste hacía que Fiyi terminara llegando al try cuando lograba obtener con limpieza en el ruck y sacar pelotas profundas para que los backs entraran en malón.
Así llegaron arriba los fiyianos 26-23 a falta de cuatro minutos. No quedaba otra que ir a buscarlo, como fuera. El empate no servía por la diferencia acumulada, Y Los Teritos fueron. Una, y otra vez. Apostaron al scrum, al maul, al pick and go, sabiendo que no había segundas oportunidades. Y al final, el juego corto trajo el gran premio en una victoria 28-26 que se festejó como una final, pero que sobre todo dejó la tranquilidad de que el futuro está bien cubierto.