Según McCaw, aún falta para festejar
El capitán de la marea negra de Nueva Zelanda se expreso respecto a la clase de rugby que su selección le dio a Australia por las semifinales de la RWC, y anticipa lo dura que será la final del certamen
Duda hasta último minuto, llegando a contra reloj por la lesión que lo había aquejado a lo largo de la última semana, Riche McCaw fue la más significativa presencia que tuvo la quincena neozelandesa en el clásico ante los Wallabies.
La presencia del categórico capitán de los de negro, no solo sirvió para aportarle la experiencia que este lleva a cuestas, sino para hacer sentir más seguros y cómodos a sus compañeros de equipo, los cuales lo ven como al gran referente.
Una vez consumado el triunfo sobre Australia por 20 a 6, el internacional maorí no pudo ocultar la emoción y felicidad que lo invadían, ya que liderados por su figura, Nueva Zelanda logró el pasaje a una final del mundo luego de 15 años.
Consultado acerca de lo que le había parecido el partido, el ala de los Blacks manifestó que fueron unos justos ganadores. La clave de tan clara victoria, se obtuvo a través de la mentalización previa al partido de salir a pelear cada pelota como si fuese la última a lo largo de los 80 minutos de juego.
A su vez, el mismo capitán destacaría la gran labor realizada por la primera y segunda línea. Según este, el trabajo del uno al cinco fue muy bueno. Estuvieron concentrados durante todo el partido y eso permitió desplegar mucho mejor el juego, sabiendo aprovechar cada espacio otorgado por el rival para lastimarlo.
Si bien el objetivo de obtener la Webb Ellis Cup está cada vez más cerca, el mismo McCaw destacó que no se deben anticipar a los acontecimientos. A lo largo de esta Copa, la clave ha sido olvidarse de la presión que envuelve al plantel por la responsabilidad de tener que salir campeones, y salir a jugar como saben.
Francia ya ha sido victima de la marea negra en esta RWC, cuando fuese derrotada por la fase de grupos con una clase de rugby incluida. Si bien el favorito de cara a este choque es el anfitrión, el capitán maorí pide cautela. Es una final, y Francia no regalará nada, por algo llegó hasta este lugar. Será un partido totalmente diferente