Sin billar y aún siendo dominado, Nueva Zelanda debut en el Rugby Championship con victoria de visitante 27-19 ante Australia
Nueva Zelanda superó este sábado a Australia por 27-19 (descanso 18-10) en el primer partido del Rugby Championship en el Estadio Olímpico de Sídney.
Los All Blacks, que se impusieron gracias a dos tries de Israel Dagg y Corry Jane, lideran provisionalmente la clasificación del torneo.
Poseedores del título, los Wallabies respondieron con un try de Nathan Sharpe y con 14 puntos de Berrick Barnes.
Los australianos, privados de punto de bonus defensivo a causa de un penalti del apertura Dan Carter, intentarán tomarse la revancha el próximo sábado en el Eden Park de Auckland en un partido correspondiente a la segunda jornada de la competición.
Era el primer partido entre ambos conjuntos desde que los neozelandeses se impusieran por 20-6 en las semifinales del Mundial de Rugby.
Los All Blacks lideraron la primera parte ante una Australia que cometió muchos errores en la recepción. Ahora, el conjunto de Robbie Deans deberá vencer el próximo fin de semana en el Eden Park para mantener vivas sus esperanzas de ganar la Copa Bledisloe (solo entre ambos equipos) por primera vez desde 2022.
El entrenador de Nueva Zelanda, Steve Hansen, comentó que Australia estaría afectada psicológicamente por la derrota ante su equipo, que sigue imbatido en este 2012. «A lo largo de la semana estuvimos escuchando cómo Australia podría llevar a cabo su estrategia para vencernos. Al final, sin embargo, no pudieron realizar con éxito sus planteamientos», indicó.
Un try del segunda línea australiano Nathan Sharpe al final de la primera parte y un penalti del medio scrum Berrick Barnes después de la reanudación pusieron el marcador en 18-13 y relanzó los ánimos del equipo local ante 76.877 espectadores, aunque no fue suficiente para darle la vuelta al partido.
«Nos presionaron mucho, pero lo que nos puso en verdaderos aprietos fueron nuestros errores no forzados», indicó Deans en referencia al gran número de fallos del combinado australiano. «Tenemos que mejorar, es imposible que no lo hagamos mejor, estoy seguro de que lo haremos mejor la semana que viene», admitió.