La IRB confirmó que, a partir de la disputa del Rugby Championship, los árbitros tendrán podrán presentar informes por “sospechas de juego sucio”
De cara al inicio del Rugby Championship como nuevo máximo torneo del Hemisferio Sur, la International Rugby Board ha dispuesto que los referees dispongan de la posibilidad de que los colegiados realicen, una vez culminado el partido y a la hora de hacer el análisis del mismo, “informes por sospechas de juego sucio”, además del original que se debe presentar por protocolo.
Esta prueba tiene como objetivo facilitar el trabajo de los árbitros y lograr sanciones más consistentes en las audiciones de disciplina. Bajo este sistema, el árbitro será capaz de colocar a un jugador en el informe bajo sospecha de haber cometido un ilícito. Ahí, el deportista se enfrentará a una audiencia que determinará si el hecho realmente sucedió.
Los árbitros, por supuesto, seguirán teniendo la facultad de sacar las tarjetas amarillas y rojas durante el partido si es que lo consideran adecuado. Pero esto les da una posibilidad “extra partido” para juzgar a alguien que durante los 80 minutos no lo haya sido como es debido.