El empate 7-7 le dio a los brasileños la clasificación a la Qualy junto a Uruguay; Chile llegaba en un gran momento pero se desinfló en la jornada final
El partido por el tercer puesto del Sudamericano masculino fue lo más emocionante del torneo. Luego de caer ante Argentina y Uruguay y despedirse del Mundial de Rusia, en juego estaba el pasaje a Qualy de Hong Kong.
El primer tiempo se fue 0-0, y Brasil pasó adelante 7-0 en el segundo, Chile presionó en busca del empate, pero solo lo pudo conseguir en la hora, lo que no le sirvió de nada, ya que por puntos totales a favor los brasileños sabían de antemano que les servía el empate.
Así Chile quien llegaba con los mejores antecedentes –dos victorias ante Brasil y dos ante Uruguay en los torneos de verano, más el título del Seven de Mar del Plata- se quedó sin ninguno de los dos objetivos que iba a buscar. Le pasó lo mismo que Uruguay en Hong Kong 2012: tocó su pico máximo antes de tiempo, y no pudo repetir en el momento más importante.
Para Brasil, mientras tanto, es un paso más en su evolución. Los norteños parecían haber llegado a una meseta con sus cuatro derrotas en el verano ante Uruguay y Brasil, con una generación que logró triunfos históricos pero que le falta recambio de valores jóvenes. Con la victoria ante Chile lograron la chance de obtener más competencia internacional y oportunidades para encontrar el crecimiento.