El vicepresidente de la URU, junto al vocal Alejandro Eirea, se alejaron del cargo por diferencias con el presidente Marcello Calandra
Alejandro Sagasti, vicepresidente de la Unión de Rugby del Uruguay (URU), presentó el martes la renuncia a su cargo, molesto por sentir que venía siendo marginado en varias de las decisiones importantes de la nueva Directiva presidida por Marcello Calandra. También renunció, por los mismos motivos, Alejandro Eirea, quien había ingresado hace dos semanas a la Directiva para ocupar el octavo cargo titular. Con eso, Los Cuervos retira a sus dos miembros elegidos, con lo que se abre una crisis política apenas a poco más de un mes de haber asumido la nueva Directiva.
“Renuncié por discrepancias con algunos estilos de conducción, con medidas tomadas a espaldas mías” expresó Sagasti a Rugbynews. “Hubo designaciones que no se dieron de acuerdo a lo que se había acordado, lo manifestamos y no tuvimos eco”, agregó el ahora ex presidente, quien era el hombre que representaba la continuidad de la anterior directiva, ya que había sido vicepresidente de Gustavo Zerbino.
Consultado por los motivos concretos, Sagasti expresó que “fueron varios”, pero en especial, le molestó “la designación de Pablo Ferrari” como delegado de la URU ante el Comité Olímpico Uruguayo. “Tengo muy buena relación con él, pero creo que no corresponde cuando en el caso mío participé de todo el proceso con el COU, hicimos toda afiliación de la URU. No corresponde que te saquen sin decir nada. Puedo estar de acuerdo con la designación, pero sacarte así, cuando venís haciendo un trabajo desde hace tiempo, no está bien”, puntualizó.
“Hay otro montón de cosas, no quiero generar polémicas, pero en definitiva no te sentís respaldado, te sacan de golpe, ni siquiera te consultan para varios temas. Hay un estilo personalista, se quejaban de eso en la anterior Directiva, pero yo estaba y las decisiones se discutían. Me quedo molesto y dolido por decisiones en las que no se respetó la investidura. No puedo asumir en estas condiciones”, agregó Sagasti, quien expresó que la decisión del nombramiento de Ferrari le había llegado por mail y a una dirección que no era la suya.
Otra de las grandes discusiones que mantenían el ahora ex vice con el presidente Calandra radicaban en la figura del francés Bernard Charreyre, quien realizó a fines del año pasado un diagnóstico de la realidad del rugby uruguayo, y que se ofreció a continuar trabajando en los próximos cuatro años. Se trata de un hombre de confianza de la IRB, amigo del presidente Bernard Lapasset y propuesto por él mismo. La directiva anterior de la URU propuso su contratación como cabeza del proyecto de selección y desarrollo, y Sagasti levantó esa bandera, aunque Calandra no estaba de acuerdo porque proponía una solución de acercar a los principales referentes del rugby uruguayo –Pablo Lemoine y Diego Ormaechea- para que ellos fuesen quienes condujeran el proceso.
“Mi principal discrepancia estaba en que yo era defensor a ultranza de contratación de Bernard. En cierta forma antes de las elecciones la respuesta era que sí, pero después dijeron que no porque se lleva mal con Lemoine. Lamentablemente ahí tenemos un cortocircuito, yo sigo pensando que era la persona ideal, que trabajó con los clubes para armar un plan para el rugby uruguayo. Y además dábamos una señal muy fuerte, sobre todo a la IRB. Esto es la crónica de una muerte anunciada, seguramente haya apoyo este año y después quizás no nos lo van a dar. Yo creo que ambas posibilidades eran complementarias, no creo los de acá sean menos, pero necesitábamos la cabeza de un extranjero, porque las señales tiene que ser fuertes”, señaló.
El otro motivo de fuerte enfrentamiento entre las dos personas más importantes de la nueva Directiva se dio antes de asumir. Tras las largas gestiones políticas de diciembre, se acordó una fórmula con Calandra como presidente y Sagasti como vice, defendida por buena parte de los clubes. Competían contra la candidatura de Carlos Pombo, propuesta por Old Boys y Carrasco Polo. En el momento de la Asamblea –que votó nominalmente cada nombre para integrar la Directiva- Sagasti fue quien recibió más votos, desde ambos bandos -10, contra 8 de Calandra y 6 de Pombo-. Así, el vicepresidente interpretó que era la persona con más consenso, por lo abrió la puerta para optar para la presidencia. Eso generó la molestia de Calandra, que lo interpretó como una traición. A partir de ese momento, la relación ya no fue la misma.
Consultado por si se había comunicado con el presidente desde su renuncia, Sagasti expresó: “no, corresponde que me hubiera llamado, pero nunca me llamó. Tampoco por el tema COU, me llegó un mail a un correo que no era el mío. No hay mucho q hablar”, cerró Sagasti.
Acuerdo con Sudáfrica.
Paralelamente, el ahora ex vice mostró su alegría por la comunicación que recibió del embajador de Sudáfrica, David Jacvobs, quien le trasladó un borrador del acuerdo entre la South African Rugby Union con la URU, para asistencia del rugby sudafricano al uruguayo. “Las cosas a veces te dan satisfacción, hoy me llegó el borrador de un acuerdo con Sudáfrica para dar asistencia, gira de equipos, intercambios, que jugadores nuestros puedan jugar, también para el tema del Seven, que puedan trabajar en academia de ellos. Son cosas que llevan años de negociación. Esperemos que lo formalicen”.