En una columna especial para Rugbynews, ahora es Juan Martín Llovet el que cuenta cómo viven Los Teros las horas previas al debut
Estamos viviendo una experiencia espectacular. Comenzó con el viaje en primera clase, ya que Fly Emirates es sponsor del torneo, entonces le da a las delegaciones pasajes de primera, sujeto a disponibilidad. Al llegar nos encontramos con un hotel gigantesco, lleno de lujos. Está en una isla rodeado de agua turquesa, un lugar paradisíaco. Lo único malo es que en las habitaciones no hay internet, y si la queremos la cobran muy caro, por lo que hay cientos de jugadores peleando por turno en las computadoras.
En cuanto al rugby, venimos de tres días de entrenamientos duros. El primero fue entre nosotros en un colegio de Dubai, en el que jugamos seis contra seis a un ritmo muy fuerte. El martes entrenamos con Sudáfrica, donde anduvimos muy bien en defensa, y en ataque logramos conservar la pelota varias veces e incluso pudimos lastimar.
El miércoles la práctica fue con Nueva Zelanda, en una tocata, o más bien agarrata, porque el contacto físico contra ellos igual es fuerte. Fue un entrenamiento corto, de dos tiempos de siete minutos, donde pudimos corregir algunas cosas de defensa. Notamos que por momentos nos estamos remangando demasiado, y cuando te querés reposicionar ellos están armados bien anchos y te lastiman por afuera. La idea es hacer el esfuerzo para desplegarse rápido y cubrir la cancha para llegar a la pelota a la punta. Además en ataque tuvimos cosas buenas, con profundidad y buenos pases.
En la parte física nos sentimos muy bien. Hay una diferencia de tamaño, peso y velocidad que existe y no se puede suplir con nada. Diferencias van a existir siempre, pero estamos lo mejor que podemos.
De noche hemos analizado videos nuestros. Vimos lo que hicimos en San Diego, haciendo hincapié en los errores propios. Tenemos que corregir algunas cosas como la obtención de la pelota, que podría haber sido mejor, pero por no cumplir algunos roles, estuvo más a menos.
En cuanto a los ratos libres, el martes fuimos al parque acuático del hotel, que es increíble, al punto que tiene pista de esquí artificial. El miércoles pudimos hacer un poco de playa en el hotel. Hace calor, aunque es tolerable, se soporta bien. Pero al ser un lugar desértico, vuela mucho polvo, y la ciudad está rodeada por una neblina permanente que la afea mucho. No hemos ido aún al centro, estamos bastante lejos, pero de todas maneras se ve de todo: desde mucha gente de turbante hasta muchísimos extranjeros. El ambiente del Mundial se siente por todos lados, al llegar al Aeropuerto varios carteles anuncian el torneo, y en la calle la gente está al tanto.
El miércoles dormiremos hasta tarde, vamos a desayunar y ver videos de los rivales. Luego vamos a descansar de tarde, para ir con tiempo al estadio y hacer una entrada en calor fuerte, haciendo un buen ahogue para entrar mejor.