La intendenta puso la firma al decreto en los últimos días del año, ahora la URU trabaja con la AUF para definir el reglamento de uso y comenzará con la mudanza en las próximas semanas
En los últimos días de 2011 la intendenta de Montevideo Ana Olivera estampó su firma para oficializar uno de los hechos del año: la concesión del estadio Charrúa por 10 años en forma conjunta a la Unión de Rugby del Uruguay y la Asociación Uruguaya de Fútbol, según informaron a RugbyNews desde de la URU.
Así se dio el último paso legal que faltaba para transformar al Charrúa en la casa del rugby, algo que se vino negociando desde mediados de 2011, y que había sido aprobada por unanimidad por la Junta Departamental a comienzos de mes. La ceremonia protocolar se hará en marzo, cuando el país vuelva a su actividad normal. Pero mientras tanto, la URU y la AUF seguirán negociando el reglamento de uso, que delimitará las obligaciones de uno y a otro respecto al parque y al estadio, y las fechas en que cada federación utilizará la cancha.
Lo negociado en un principio había sido que la URU se encargue de todos los gastos del estadio y la periferia, mientras que la AUF se encargue de la limpieza del lago del Parque Rivera. Por contrapartida, toda la estructura interna del estadio pasaría a manos del rugby, mientras que el fútbol compartiría con el rugby la cancha, que utilizaría para divisiones juveniles o femeninas. De todos modos, todo eso está en plena negociación para llevarlo al papel. Según informaron a RugbyNews fuentes de la URU, la negociación viene bien encaminada y sería prácticamente igual a lo negociado en primer momento.
Una de las principales ventajas del nuevo convenio respecto al anterior firmado en 2006 por la IMM y la AUF es que se elimina en canon fijo de $130 mil que pagaba el fútbol por el escenario, y que lo hacía poco rentable para el poco uso que le daba el máximo deporte nacional. Por el nuevo convenio, la concesión queda obligada a hacerse cargo de todos los costos del estadio y limpieza del parque, pero no de un canon fijo.
Con la concesión definida, desde la URU comenzarán en los próximos días con los trámites de la mudanza, para instalar la sede de la Unión en el Charrúa en marzo. En febrero comenzarán oficialmente las obligaciones de pago de luz, agua, etc a cargo de la concesión, y también comenzarán las refacciones poder instalar las oficinas, algo que no se puede hacer en estos días por la licencia de la construcción.
A su vez, la confirmación legal de la concesión conjunta habilita a la URU a poner en marcha varios de los proyectos que tiene planificados para el Charrúa: un gimnasio, un local de concentración y la iluminación de la cancha auxiliar, entre otros. Para eso comenzó una ronda de contactos con empresas estatales y privadas, además del ministerio de Deportes. La idea es conseguir ayudas para poner en marcha esos proyectos, pero que a su vez se transformen en mediano plazo en fuentes de ingreso para el rugby, ya que, por ejemplo, se pretende que tanto el gimnasio como la concentración puedan ser utilizado por otras federaciones deportivas y por el ministerio de Deportes, con precios más accesibles que si fueran a recurrir a un tercero.