Los Wallabies le ganaron 21 a 18 a Gales y se quedaron con el tercer puesto del Mundial
Australia le ganó 21-18 a Gales y se quedó con el tercer puesto y la medalla de Bronce en el Mundial. Fue una justa victoria de los Wallabies, que como en casi todo el Mundial no brillaron, pero fueron efectivos para lastimar cuando debían.
El primer tiempo arrancó a todo tren, como queriendo ajustarse a la historia de estos encuentros, que habla de ataques generosos y defensas abiertas. Australia lo fue a buscar con el pie al cajón de Gales y presionar los forwards, probó darle dinámica a la pelota, y a los 7 llegó a la apertura a través bajo los palos de Barnes.
Gales le respondió, pero poco a poco el partido empezó a apagarse. Los dos cuidaron poco la pelota, y el encuentros e volvió impreciso. Gales tuvo varios problemas con el scrum que derivaron en penales, si bien aprovechó uno en esa formación para descontar a través de una patada de Halfpenny. Del otro lado, remontó robando varias ´pelotas en el ruck
Además, Australia pareció sentir el golpe anímico de la baja de Quade Cooper, que a los 17 se fue lesionado, al parecer gravemente en la rodilla, luego de pisar para adentro y que la pierna le quedase dura. Así, las imprecisiones dominaron el resto de la primera parte, con lo que el tanteador no se movió del 7-3.
Esa apuesta a la pelota recuperada le dio a Gales sus frutos en el arranque del segundo tiempo, para pasar adelante 8-7 a los 50’ : robo y pase a la punta de Phillips, en claro forward pass que el juez no cobró, para que Shane Williams alcanzara justo con el pie para que la pelota nos e fuera al touch y luego corriera varios metros para definir como mejor sabe.
Sin arriesgar demasiado pero jugando con paciencia, Australia cerró el juego y empezó a aprovechar la indisciplina galesa, con dos penales que le permitieron volver a pasar al frente 13-8 a los 56’
Gales fue protagonista de la parte final del encuentro, cuando controló la pelota y la cancha, pero no tuvo tranquilidad para mover a la defensa australiana y encontrar el espacio. El Dragón perdonó, y Australia no. Cuando los Wallabies volvieron a campo rival consiguieron un penal que O’Connor no pudo aprovechar, pero sí lo pudo hacer Barrick Barnes de drop, para distanciarse 16-8 a los 67’.
Gales no se rindió, y por fin pudo tener efectividad a los palos, a través de un penal lejano de Stephen Jones que volvió a ponerlo en partido 16-11 a falta de 10 minutos. En ese cierre se fue decididamente a jugar a campo rival con buenos kicks
Pero otra vez, lo que no pudo aprovechar Gales lo hizo Australia, que lastimó a una floja defensa galesa jugando en el contacto para apoyar el try que definió el partido 21-11 a falta de cuatro minutos. La jugada final del partido tuvo un justo premio para Gales, que tras mover 30 fases la pelota llegó al try de Halfpenny que cerró el 21-18.
Tercer puesto y consuelo para Australia, que nunca llegó a convencer con el juego, pero que le ganó un duelo a Sudáfrica que cambió la ecuación de la copa. Para Gales el sabor agridulce de ser uno de los que mostró mejor juego y que pudo ser finalista, pero que sintió la lesión de su apertura Priestland y se quedó con las manos vacías tras perder una semifinal increíble ante Francia.