Aportará US$ 90 mil para la organización del Sudamericano de XV; además se negocian partidas extra de apoyo a las selecciones a partir de la sponsorización de Uruguay Natural y la Fundación Deporte Uruguay
El Estado confirmó una inédita ayuda al rugby uruguayo para este año: serán US$ 90 mil destinados a la preparación del Sudamericano de selecciones de XV en mayo, primera etapa de la Eliminatoria al Mundial de Inglaterra 2015. Pero además, es traducir al papel una relación de colaboración que ha comenzado hace varios meses, y que promete seguir para apoyar al resto de los seleccionados nacionales.
Para graficar la importancia específica de la ayuda del Estado, significa el 71% de las 80 mil libras anuales (US$ 126 mil) que la URU recibe anualmente de parte de la IRB para poner en marcha los planes de High Performance, y que solventan gran parte del presupuesto de la Unión.
Si bien esa esa partida está destinada a la organización del Sudamericano –en el que Uruguay será local en el Charrúa-, a su vez habilita a utilizar los fondos del Plan de High Performance de la IRB para su destino original, la preparación del equipo, que de otro modo tendrían que haber ido parcialmente a costear la organización del torneo.
Esos fondos del Estado se sumarán a la partida específica que la Confederación Sudamericana de Rugby (Consur) aportará a la URU, de la que aún no está definido el monto específico. Tampoco está definido aún el presupuesto total del torneo, ya que quedan algunos detalles organizativos pendientes; por ejemplo cómo se van a incluir los costos del partido entre Chile y Brasil, que se jugará en Santiago al ser válido por la Eliminatoria y tener Chile la ventaja de localía. De todos modos, no será poco: para 2013, la IRB le aprobó a Consur una partida de 465 mil libras (US$ 756 mil), con el objetivo de hacer frente a toda la nueva competencia y gastos de estructura. Significará un 25% de aumento respecto a 2012, cuando la IRB destinó 371.500 libras (US$ 604 mil).
Uruguay Natural
Además de esta partida de US$ 90 mil del Estado a la URU, el siguiente paso es renovar el apoyo estatal que ya existía para todos los seleccionados, a través del auspicio de Uruguay Natural. En 2012 esa ayuda fue de US$ 30 mil, aunque la idea es poder elevarlo ahora hasta los US$ 60 mil.
Aparte de eso, también está sobre la mesa la posibilidad de lograr un apoyo específico para el Seven masculino y femenino, a través de la Fundación Deporte Uruguay, que corre a cargo del Comité Olímpico y de la Dirección Nacional de Deportes. La posibilidad de tener un deporte colectivo en Río 2016 es uno de los principales atractivos que tiene el rugby para el ministerio y el COU, solventado por las posibilidades concretas de cada rama: el masculino es el actual campeón Sudamericano, y este año tiene la chance de clasificar a la Copa del Mundo y competir por una plaza en el Circuito Mundial, mientras que el femenino se ha afianzado en el podio de Sudamérica e intenta acortar ventajas con Brasil y Argentina. Precisamente, por el Seven serán los próximos contactos entre el Estado y el rugby, en el correr de esta semana.
El proyecto Charrúa.
La puesta en marcha del proyecto del Estadio Charrúa, donde la URU instalará su sede, gimnasio y lugar de concentración, fue otro de los elementos que colaboró para concretar el apoyo estatal. Es la semilla de un Centro de Alto Rendimiento, para el cual más adelante se buscará profundizar colaboración de empresas del Estado (Ministerio de Transporte y Obras Púlicas y UTE, por ejemplo), y luego del Sudamericano, un aporte extra de la IRB.
La mesa de cuatro patas.
Históricamente, la IRB ha planteado el ideal de la colaboración con la uniones como una “mesa de cuatro patas”, donde la financiación de la Internacional es sólo una de ellas, complementada por el aporte estatal, el de la propia Unión y el de los sponsors. La realidad del rugby uruguayo es que tradicionalmente la financiación de toda la estructura ha dependido en gran medida de la IRB. Ahora, con la concesión del Charrúa y las ayudas que se vienen confirmando desde el Estado, se busca plantear a la IRB un nuevo panorama, que permita a su vez profundizar el aporte del organismo para llegar, a mediano plazo, a poder establecer una estructura semiprofesional, como está realizando Argentina.