Uruguay no pudo establecer su plan y Argentina aprovechó sus chances para ganar 18-8 por el Sudamericano
Ignacio Chans
Los Teros cerraron con derrota el Sudamericano, luego de caer ante Argentina XV 16-8 el sábado en Colonia.
Así, los celestes no cumplieron uno de los objetivos planteados: imponerse ante el segundo equipo argentino de manera de sar un salto en confianza para asentarse entre los 20 mejores del mundo. Pero además, desde el juego, los celestes también se encontraron con un recordatorio de lo difícil que será imponer su nuevo plan de juego, ofensivo y de riesgo, ante rivales superiores en lo físico.
Está claro que el clima -lluvia y fuerte viento en la noche del sábado en Colonia- complicaron cualquier intento de juego desplegado y dinámico, y que los equipos se volcaron a un esquema en el que el juego agrupado y el uso estratégico del pie -como forma de pasarle la pelota y la responsabilidad al rival- fueron lo primordial.
Pero aún en ese esquema, a Los Teros se le complicó más que al rival el juego en el contacto. Una semana atrás ya se había visto como ante Fiyi el juego dinámico y en velocidad que se mostró ante Brasil, Chile y Paraguay no pudo aparecer, en parte porque los celestes no pudieron asegurar la pelota en el breakdown, y eso les impidió darle más velocidad a la ovalada. Ante Argentina hubo intenciones claras de atacar, pero el juego en el piso fue siempre complicado: ya sea porque Argentina XV ganó la batalla en el uno a uno o porque los pescadores argentinos siempre llegaron antes al ruck que los apoyadores uruguayos, el juego de fases de Los Teros se hizo muy difícil.
Encima, el equipo de Meneses tuvo una mala noche en el line, algo explicable por el viento y la lluvia que complicaron los envíos. Sorprendió que se buscaran opciones largas que derivaron en pelotas desviadas por el viento, aunque en parte la opción era lógica para evitar a altura de los segundas líneas argentinos, cercana a los dos metros. Eso impidió obtener pelotas de calidad, y sacar ventaja de un scrum que hasta los 60’ fue muy favorable a los celestes.
En defensa se mejoró notoriamente respecto a los partidos pasados, cuando el ataque funcionaba pero el juego en campo propio no. Y la diferencia fue que Argentina -que hizo menos el gasto que el local- pegó en los momentos justos: en el primer tiempo una buena jugada en fases cerca de la base, en el que los argentinos ganaron en el uno a uno rompiendo tackles y ganando la ventaja, lo que derivó en un penal y el try de maul. Y el segundo, en el complemento, un try salido desde el fondo de la cancha, cuando el apertura Díaz Bonilla leyó el espacio tras un kick de Secco y corrió toda la cancha para habilitar a Cancelliere y apoyar el try del 16-0 que liquidó el partido.
En el medio Los Teros tuvieron alguna chance, sobre todo en el juego corto, pero nunca pudieron imponer condiciones físicas ante la defensa rival. Y fue un try de intercepción de Andrés Vilaseca lo que les permitió abrir el marcador par el 18-8 final.
Los Teros mostraron intenciones en una noche difícil para jugar. Pero más allá del objetivo no cumplido de la victoria, son las horas de vuelo que necesita el equipo para que el juego que quiere salga cuando realmente lo necesite.