Uruguay tuvo su recompensa al trabajo: goleó a Chile 46-9 y sigue en la lucha por clasificar al Mundial
Con clase para despejar cualquier duda. Con inteligencia para manejar los momentos del partido. Con efectividad cuando lo necesitó y con defensa a prueba de balas. Con esfuerzo que levantó a la gente de las tribunas y con tries que llegaron al alma. Uruguay pasó por encima a Chile. Lo goleó 46-9 y se clasificó a la siguiente fase de las Eliminatorias al Mundial de Nueva Zelanda 2011. Y además, ratificó su paternidad histórica sobre los trasandinos. No solo eso: volvió a dejar claro que hoy por hoy está más de un escalón por encima de Los Cóndores, como para barrer con todas las precauciones previas. Y por si todos los números y la letra fría no fuera necesario, le regaló la satisfacción a su gente de que la cosa va bien encaminada.
Y fue de principio a fin, con la autoridad de quien se sabe superior, pese a que el partido tuvo tantos momentos como sensaciones tuvo la tarde. Empezó como una final, con patada, especulación y poco espacio. Con Valderrama probando de drop al minuto –falló- y acertando de penal dos minutos después, y Jerónimo buscando la revancha en la siguiente casi desde la mitad de la cancha.
Uruguay respetó al rival en el arranque, quizás en demasía. Lo esperó para salir a atacarlo, pero cuando lo hizo mostró todas sus garras y nunca lo dejó siquiera acercarse al ingoal. Pese a eso, le faltó justeza en las recepciones de los kicks que probaba Chile y también en ocasiones al jugar la pelota. Presionó bien en el primer line que tuvo, cuando logró armar un maul y luego jugar por el ciego para quedar cerca de apoyar, pero la jugada terminó con la pelota perdida, lo que mostraba a un Uruguay un pelito pasado de ansiedad.
Así y todo, en la siguiente que los celestes presionaron con los forwards llegaron al penal que Arocena transformó en el 3-3. Y luego otro, cuando los celestes empezaron a dominar en el scrum e hicieron retroceder a los chilenos, para poner el 6-3. Por fin, el scrum, sin avasallar, empezaba a andar y a dar una mano fundamental.
Sin embargo, el partido no conseguía salir de esa lentitud y cautela. Nuevamente un regalo de Uruguay en la marca en el ruck generó la marca pasada y el penal, que Valderrama aprovechó para empatar 6-6.
La primera parte promediaba y el mapa empezaba a quedar claro: una defensa celestes impenetrable, aunque con la pelota Los Teros volvían a tener errores que cortaban el juego, además de un line que no funcionaba y le dejaba pelotas sucias a los backs o recuperadas para Chile. El resto eran patadas desde uno y el otro lado, buscando el fondo, el line o el kick arriba para evitar a los forwards, pero que generalmente terminaba en imprecisiones de mano. A pesar de eso, los forwards celestes cumplían su labor para presionar, y además todos aportaban lo suyo pera pelear en cada ruck, como el difícil penal casi de la mitad de la cancha que Arocena –en una tarde memorable con el pie- aprovechó para poner el 12-6.
Hasta que el partido cambió en el minuto 25, para ya no tener marcha atrás. Uruguay recuperó la pelota en el enésimo kick arriba, para jugar rápido hacia la punta con precisión y encontrar el espacio para que Santiago Tati Gibernau metiera quinta y se fuera imparable hasta el ingoal, para poner el 19-6 que empezaba a dejar las cosas claras. Un penal más de Pachi y otro de Valderrama pnian el marcador 22-9 en el descanso, y le daba el premio de la efectividad a un Teros que habían sido superiores aunque quizás no tanto como decía el tanteador.
Con esa diferencia en el bolsillo, el segundo tiempo fue otro. Y lo que empezaba a vislumbrarse se confirmó a los 3 de la segunda parte: line bien juigado, pelota abierta, un par de buenos pases y Pachi Arocena frotando la lámpara, para dejar salir una de sus genialidades que lo transforman en un jugador distinto: doble amague y rodeo, para arrancar una carrera hacia los palos que era mucho más que una carrera a los palos. Así como la ovación del Estadio marcaba algo más que el try del 29-9: era la tapa definitiva a un partido en el que Uruguay encontraba los golpes justos para dejar noqueado al rival, y recordarle el por qué de la paternidad histórica.
No hacía falta nada más. Pero Uruguay ya se había desbocado, y quería marcar toda la diferencia posible, para dejar sentada que esa superioridad de 30 puntos se va haciendo costumbre. Esta vez fue Labat –un león corriendo y tackleando- quien ganó la línea de la ventaja, para obligar a la defensa trasandina a defender retrocediendo. Ahora sí: juego dinámico y continuado, como sólo había salido en cuentagotas en la semana. Chapi Campomar tomó el baló e hizo otro avance, para que fuera Paleta Sánchez- quien había estado toda la semana entre algodones y pudo tener la revancha de jugar el decisivo- apoyara el 34-6, que fue 36-6 con la patada de Arocena.
Ya no era partido, porque ya no eran dos rivales al mismo nivel como al comienzo. Chile intentaba una y otra vez sin éxito. Uruguay lo molía a tackles, y ahora era fuerte en el line, seguía con su dominio en el scrum, y lastimaba a partir de la pelota recuperada. Y así vino el cuarto: una larga corrida de Gibernau desparramando rivales y quedando a medio metro de apoyar. Knock on, scrum, el pack celeste que se lleva puesto a Chile, Free Kick y try de Capó para el 46-9.
El resto fue más de lo mismo: Chile yendo y yendo, y Uruguay controlando casi con facilidad. Algún ataque celeste que no pudo terminar en try por errores de manejo, como uno de Labat, que mereció ser por el partidazo que hizo el wing. Y en el final, la frutilla de la torta, con el penal de Arocena para el 46-9 que marcó un nuevo récord: la goleada más amplia entre Uruguay y Chile. Y la sonrisa del final, para por fin poder largar el festejo merecido, ese que tiene varios meses de trabajo y de un sacrificio inédito para el rugby uruguayo. Los Teros dieron un salto cualitativo y se pararon bien firme en ese escalón que lo muestra lejos de Chile. Pero esto recién empieza, y deberán redoblar el trabajo para ponerse a tiro de EEUU o Canadá. De todos modos, por unos días, es suficiente alegría para el rugby uruguayo. A disfrutarla.
Uruguay 46-Chile 9
Uruguay: Rodrigo Sánchez / Carlos Arboleya / Mario Sagario / Leonardo De Olivera / Matías Fonseca / Ignacio Barcos / Alfredo Giuria / Rodrigo Capó / Juan Campomar / Matías Arocena / Juan Labat / Juan Martín Llovet / Joaquín Pastore / Santiago Gibernau / Jerónimo Etcheverry
Chile: Salamunic / Gurruchaga / De la Fuente / Burgos / Valdés / Marsalli / Cabrera / Manzur / Olave / Onetto / Llorens / De la Fuente / Coda / Labbé / Valderrama