Uruguay deberá esperar a 2010 para jugar el repechaje, en diciembre habrá elecciones, donde los clubes decidirán si mantienen el apoyo a esta directiva
El 27-6 en Fort Lauderdale no solo clasificó a Estados Unidos a la Copa del Mundo, sino que dejó para Uruguay un año que se cerrará con la incógnita de aún estar luchando por llegar a Nueva Zelanda 2011.
Y no será un fin de año cualquiera. En diciembre habrá elecciones en la URU, que servirán para que los clubes tomen partido respecto al proceso que comenzó la directiva que desde enero de 2008 conduce Gustavo Zerbino. Un proceso que ha tenido grandes defensores, que opinan que el camino tomado por la Unión –contratando un técnico argentino, y alineándose decididamente con la IRB y su Gerente Regional Rouco Oliva- era el único para insertarse al tren del primer mundo del rugby. Pero también ha tenido sus grandes críticos, que ven en el proyecto Teros un olvido de la competencia local, que -si bien no cuestionan la contratación de un DT extranjero- sí pusieron reparos en el perfil de la persona seleccionada, y que critican como excesiva la injerencia de la IRB en la Unión.
Mirando hacia diciembre, en estos días empezarán a alinearse las posturas de cada club. Además de la corriente de apoyo hacia la directiva, hay algunas instituciones que han hecho públicas sus diferencias, en particular Carrasco Polo, que luego de la renuncia de García Porcel, hizo saber varios aspectos en los que está en desacuerdo en entrevista con Rugbynews.
Hace unas semanas se realizó una reunión ente ambas directivas para acercar las partes, pero no se lograron avances. Además, hay varias instituciones que tienen cuestionamientos a esta Unión, pero que le darían su apoyo si no hay ningún candidato con un perfil fuerte para suceder a Zerbino.