En el primer tiempo Uruguay cimentó el desgaste rival, y terminó aprovechándolo en el segundo tiempo
Facundo Suárez Martino-Especial para RugbyNews
En el análisis de la victoria de Los Teros frente a Hong Kong, cuando se busca el cómo y los porqué, no es que todos los caminos, absolutamente todas las conjeturas posibles conduzcan a un solo lugar. Sin embargo, Uruguay cuenta con un arma poderosa en su juego, que impone respeto, genera oportunidades e infla el pecho de cada uno de los 15 jugadores dentro de la cancha cada vez que avanza y arrasa: el scrum.
Esta formación es hoy la – o una de las- bandera de la selección. Algo por lo que Pablo Lemoine ha laburado, y mucho, en este proceso. Los jugadores lo demuestran adentro de la cancha y también afuera. Alejo Corral, pilar izquierdo del equipo, afirmó: “estamos mejorando mucho en el scrum, es un punto fuerte nuestro, quizás donde muchos rivales nos respetan”.
No es de este partido con los asiáticos, claro; el buen trabajo en esta plataforma de juego se ha reflejado en todo el último año. Por ejemplo, estos mismos jugadores habían marcado un claro dominio en el scrum ya en el anterior repechaje disputado en el mes de abril ante Estados Unidos, cuando se escapó por muy poco la clasificación directa al mundial de Inglaterra. Lo que quiere decir que tampoco debe desmerecerse el mérito ni juzgarlo por el nivel del rival de hoy.
A propósito de Hong Kong, había algo de incertidumbre en los uruguayos de saber con qué se iban a encontrar adentro de la cancha, pese haber visto y analizado sus debilidades y fortalezas en videos. Y no sorprendió, pues demostró que era un equipo duro y que el partido iba a ser reñido, tal como Uruguay lo esperaba.
Entonces, en este tipo de duelos parejos, como resultó este enfrentamiento sobre todo en el primer tiempo, es cuando las formaciones fijas comienzan a jugar un papel muy importante. Y Los Teros eran conscientes de ello. “Desde el principio tuvimos buena obtención en el line y en el scrum, pero a medida que pasaba el tiempo, nos íbamos conociendo y nos fuimos dando cuenta que éramos más fuerte, nos soltamos y nos dio resultado”, dijo Oscar Duràn, el pilar derecho titular este sábado en el Charrúa.
Las declaraciones de Durán se ven reflejadas en las estadísticas. En el primer tiempo Hong Kong tuvo tres scrums y Uruguay robó uno. Por su parte, Los Teros jugaron sólo un scrum de ataque, donde se generó un penal a favor. Pero fue de menos a más, le fueron encontrando la vuelta y ganaban en confianza. Alejo Corral declaró: “había un desafío técnico más que de fortaleza, sabíamos que ellos eran desorganizados en el scrum, lo que hace que el referee pueda confundirse a la hora de dar los penales y sobre todo en una cancha con mucho barro como la de hoy, por eso teníamos que estar concentrados en el control de la formación”
En el segundo tiempo Uruguay confirmó y acentuó el dominio en el scrum. Robó uno de dos que jugaron los asiáticos y en ataque tuvo siete. De estos siete, tres tuvieron vital trascendencia en el desarrollo del partido: uno generó el penal que Ormaechea acertó a los palos para ponerse 9 a 3 arriba; en otro scrum se fue con amarilla el pilar izquierdo de Hong Kong y allí Los Teros aprovecharon la superioridad numérica marcando puntos; y otro fue la plataforma de juego para, tras dos o tres fases con los forwards, llegar al try,
Se le sacó todo el jugo posible y dejaron bien claro que el scrum es un bastión para Los Teros, es estandarte, bandera. Y quieren llevarlo al mundial.