En un partido en el que fue dominado en el primer tiempo pero que revirtió ampliamente en el segundo, Carrasco Polo le ganó 20-9 a Los Cuervos y se consagró campeón del Torneo República de Primera División, con lo que cerró una temporada redonda, en la que dos meses antes había festejado el título de Campeón Uruguayo.

 

Nuevamente, como en varias oportunidades este año, la efectividad fue la mejor amiga de Carrasco Polo, que pegó en momentos clave en el primer tiempo para mantenerse arriba, lo que le permitió, cuando consiguió el dominio en el trámite, sacar ventajas en el tanteador que le dieron tranquilidad.

 

Empezó mejor Los Cuervos, que se hizo con la pelota e intentó moverla por el frente de ataque, ganándole en el contacto a Carrasco Polo. Los de negro eran más, pero les faltaba poder de definición. Y allí estaba la diferencia de efectividad: mientras el largo dominio de negro se tradujo en apenas dos penales, Polo sumó en una de sus primeras oportunidades jugando desde el line y con pelota rápida luego cerca de la base, para apoyar el try de Méndez para el 7-6, que fue 10-6 en la última jugada del primer tiempo, a través de un penal de Clark.

 

Los Cuervos volvió a tener protagonismo en el arranque del complemento, y estuvo cerca de un try que lo pusiera al frente, aunque nuevamente falló en la definición en los últimos metros, por lo que tuvo que contentarse con un penal de Janssen que lo puso 10-9.

 

Fue lo último de Los Cuervos, porque a partir de ahí Polo fue el dominador del encuentro. Los forwards tuvieron el protagonismo para imponer condiciones, y con el scrum como plataforma, consiguió los dos tries que le permitieron distanciarse 20-9 a los 15 minutos de la segunda parte.

 

Fue mucho para Los Cuervos, que comenzó pendiente opuesta a la que arrancaba el caballito. Así Polo siguió dominando, y estacionando el juego en campo rival, aunque  no puso seguir ampliando ventajas, en un trámite con poca continuidad de juego y muchas detenciones por penales o knock ons.

 

Polo cerró el partido mucho antes del final, y terminó festejando con justicia. De punta a punta, fue el mejor del año.