Christians había perdido la mayoría de los duelos claves; ahora, a un paso de los playoffs, dio vuelta la situación y venció a Old Boys en el clásico de atrás y en la hora: 24-11
Ignacio Chans-Redacción RugbyNews
El final de la fecha marcará si Old Christians termina trepando al segundo lugar y evita los cuartos de final. También es cierto que el balance de la victoria ante Old Boys le evita tener que enfrentar al más fuerte de los equipos “de abajo” de cuartos de final. Pero el valor del triunfo clásico 24-11 para el azul va bastante más allá. Porque es un clásico, y justo en lo último exigente antes de entrar a la definición. Pero además, porque fue de atrás y en la hora, de la misma manera que había perdido los partidos contra todos los rivales directos por la copa.
No fue un clásico brillante desde el juego, pero si emocionante. TuVo chispazos de buen juego, sobre todo en el primer tiempo, hasta que en el segundo el marcador cerrado llevó a la cautela y al poco riesgo. Pero obligado por las circunstancias Christians lo fue a buscar en el final, y tuvo la inteligencia de darse cuanta por donde: usando bien el pie y ganando en la lucha de los forwards, para conseguir dos tries en los minutos finales que le dieron un 24-11 sensiblemente mayor a lo que se vio en la cancha.
Fue un partido de momentos: primero fue de Old Christians, que supo encontrarle mejor la vuelta que su rival. Old Boys intentó mover la pelota con velocidad en un par de oportunidades, pero a partir del scrum el azul consiguió penales para ir a jugar en campo rival. Allí los forwards obtuvieron sus balones y los backs, en especial Federico Favaro, tuvieron la explosión para ganar espacios. El try llegó con esas coordenadas: el scrum obteniendo y yendo hacia adelante, Balparda abriendo con De León el 10 cruzando con un notable kick y Favaro –que en otras había hecho toda la jugada- apareció para definir y poner el 7-0 a los 15.
Christians siguió dominando, y abriendo la pelota para que Favaro rompiera y ganara metros. Así consiguió un penal que transformó en el 10-0. El resto era un buen juego con el pie –con un viento cruzado que favorecía levemente al azul, y las ganas de correr ante un azulgrana que no hacía pie y cometía penales, aunque Christians no podía aprovecharlos –Favaro erró 2-.
Al final, promediando el primer tiempo Old Boys por fin pudo empezar a mover un poco la pelota y salir del de su campo, y consiguió un penal por retener que Stefani transformó en el 10-3. Fue un cabio de signo, como si la flechita del partido se torciera. Porque de ahí al final fue Old Boys al que le empezaron a salir las cosas: pateó mejor, encontró knock ons no forzados de Christisans, se puso más firme en defensa y jugó mejor de pelota recuperada, como una pelota suelta que González Lerena contragolpeó, y que tras un par de buenos empujes de los forwards terminó en amarilla a Juan Horta y try de Leindekar para irse al descanso 10-8.
En el segundo tiempo pasó algo lógico: con un tanteador parejo y apenas 40 minutos por jugarse, se transformó en un test match al 100%: mucho kick y juego cerca de las formaciones, evitando riesgos que le dieran chance al rival.
Fue Old Boys el que aprovechó esa pequeña ventaja que le daba el viento cruzado, y jugó mejor con el pie, buscando a Christians hasta forzar el error. Entonces, tras un line y un par de puntadas llegó el penal que Stefani transformó en 11-10 para pasar al frente a los 60’.
Entonces fue que apareció la madurez de Christians. No es fácil darse cuenta de donde está la clave cuando se juega un clásico, se pierde y queda menos de un cuarto del partido. Pero Christians empezó a hacerlo. Ya no le servía cambiar patada por patada, pero cuando se vio obligado lo hizo bien. Ganó metros y cuando la tuvo no se largó a correr a lo loco como tantas tardes. Abrió cuando vio el espacio, pero también uso los kicks cortos, y empezó a imponerse en el juego corto, sobre todo a partir que el azulgrana se quedó con uno menos por amarilla a Core. Y allí se decidió: darle al scrum –en el que había empezado bien, luego perdió y recuperó en el final- hasta tener resultados. González Lerena se fue con doble amarilla y finalmente tras tres scrums, llegó el try penal que le dio la delantera.
Old Boys fue a buscarlo, pero se quedó sin ideas. Y. ahora sí, Christians ya tuvo más tranquilidad para ir a buscarlo, atacar de pelota recuperada y tras gran corrida de Santiago Arocena jugar con Santiago Bomio para poner el try que cerró el partido. Christians, que perdió varios duelos clave, encontró la vuelta a cómo ganar. Justo en el clásico, y justo antes de empezar la definición.