Santiago Vilaseca, que había perdido la final de 2007 y ganado en 2010, contó cómo vivió el nuevo título de Old Boys
¿Lo ganaron de la manera más linda de ganar una final?
Estaba difícil, todos sabíamos que estaba complicado pero quedaba un buen rato y había chance de darlo vuelta. Teníamos que corregir errores, recuperar el scrum, tener la pelota más que nada. Y a partir de ahí largarnos a jugar, y cuando la tuvimos aprovechamos, pudimos puntuar y así estamos festejando.
Lo remontaron en el tanteador y en el juego, porque venían siendo dominados.
Cualquiera lo veía, por más que sos optimista y crees que lo vas a dar vuelta, sabes que está difícil. Pero sacamos esa fuerza para darlo vuelta, creo que fue justo porque fuimos el mejor equipo del año y era injusto perderlo por un partido malo, desperdiciar todo lo que había sido el año.
¿Lo ganaron cuando fueron a buscarlo con su juego?
Sabíamos que teníamos que jugar a lo que jugamos nosotros. No podíamos inventar otra cosa porque era la final. Teníamos que hacer lo que nos había llevado a ser los mejores de la fase regular, y que no habíamos podido porque los nervios y el rival juegan.
¿Era una revancha?
Ni que hablar, éramos algunos los que habíamos perdido en 2007 y era una revancha interna, queríamos sacarnos la espina. Y es un sueño cumplido, ganarle a Christians es lo que soñás desde chico cuando subís a Primera