Su ciclo hasta ahora ha sido más que positivo. Con un 85% de efectividad sobre los puntos disputados (habiendo ganado 87 de 102 partidos) en 8 años, Graham Henry es considerado como uno de los mejores entrenadores en la historia.

Si bien las victorias parecen haber abundado en esta casi década que el coach maorí ha dirigido a su selección, le ha faltado lo que históricamente no ha podido conseguir Nueva Zelanda, un título mundial. Elemento del que intentarán hacerse este domingo 23 en la gran final del mundo ante Francia.

Más allá de esto, Henry solo ha conocido de títulos desde que arribó a la dirigencia neozelandesa. Bajo su batuta, los Blacks obtuvieron el torneo de las Tres Naciones en los años 2005, 06, 07, 08 y 2010.

Las 15 derrotas sufridas se dieron únicamente ante 3 selecciones, los Wallabies, Sudáfrica y Francia. Recordando que este último le propinaría la más dolorosa de todas al dejar a los Blacks fuera del Mundial 2007 en los 4tos de final. Peor actuación de los maoríes en una RWC en su historia.

Si bien dicho traspié pondría en duda la continuidad del head coach al frente de la selección, la Unión de NZ terminaría por renovar su contrato, dándole una nueva oportunidad de demostrar por qué se lo había elegido y, hasta ahora en esta nueva RWC, lo ha sabido justificar con creces.

Consultado respecto a esta decisión, el entrenador manifestaría que es el momento de la renovación. Estar al frente de Nueva Zelanda, con todo lo que esto implica, por más de 8 años, es un honor para cualquiera, pero hay que saber decir basta. La renovación no solo debe ser en los jugadores, sino que es sano que venga un nuevo técnico con ideas frescas que aporten para el rugby maorí.

Desde el Mundial pasado se han corregido muchas cosas y eso explica por qué Nueva Zelanda está hoy día a 80 minutos de hacerse con la Webb Ellis CUp después de 24 años de espera. La competencia mundialista debe encararse con todo el profesionalismo posible. Los equipos salen a jugar con todo y es por ello que no se puede subestimar a nadie y jugar siempre al máximo. Ese fue el gran cambio positivo de este plantel, y la razón por las que se les debe tener fe, ya que su hambre de gloria es envidiable, sentenciaría el head coach.

Fuente: Rugbytime.com