Tras lograr el título mundial con los All Blacks, el head coach terminó su ciclo y ahora apunta a un nuevo desafío: dirigirá a los Barbarians franceses, y su debut será el próximo mes ante los Wallabies
“Era hora de cerrar un ciclo”. Esas fueron palabras de Graham Henry terminada la gran final del mundo. El entrenador, que había estado 8 años de corrido al frente de la selección neocelandesa, ya había anticipado que la final de la RWC sería su último partido al frente de los Blacks. Por ello, en lo posible, buscaría coronar esto con el título mundial, tal como terminaría aconteciendo.
Pasado el día de locura y festejos por la obtención de la RWC después de 24 años, el head coach ya comenzaría a dilucidar su futuro, una vez finalizada su vinculación al seleccionado nacional.
Henry y su asistente Steve Hansen, llegaron por estas horas a un acuerdo para tomar las riendas de los legendarios Barbarians que el próximo 26 de noviembre enfrentarán a los Wallabies.
Entre los jugadores que defenderán y representarán al famoso equipo estarán: Keven Mealamu y Sonny Bill Williams por Nueva Zelanda, Victor Matfield y Bakkies Botha por Sudáfrica y Stephen Jones junto a Jamie Roberts por Gales, entre otros jugadores destacados.
Un equipo con grandes nombres y, en teoría, con gran presión para aquellos que se hagan del mando del mismo. Presión que seguramente no afectará a un Henry que supo sacar adelante a un equipo plagado de estrellas, y consagrarlos como los mejores del mundo. Gajes del oficio.