*/ ?>

“Hay que dejar de ser una unión para clasificar a un Mundial para ser un Tier2”

Escrito por Ignacio Chans Etcheverry*/ ?> Publicado en Selección, Selecciones, Slider, Teros XV, Uruguay

Segunda parte de la entrevista de RugbyNews: Lemoine analiza donde está el rugby uruguayo y donde debe estar en 2019 para afianzarse en la élite

lemoine

Ignacio Chans-Redacción RugbyNews

¿Qué hay que cambiar en la URU a partir de ahora para afianzar el lugar en el Tier 2?
Nosotros construimos una unión para clasificar a un Mundial, y seguimos siendo eso. Pero ahora hay toda una presión de ser un Tier 2. Hay que hacer un montón de cambios. Hay que dejar de ser una unión para clasificar a un Mundial para ser una unión clasificada. El mismo cambio que planteaba yo de jugador, o somos o no somos. Queríamos ir a los Mundiales sin hacer las cosas necesarias. La ventaja de la URU de Chelo y la de Pino es que hicieron las cosas, pusieron la energía en el lugar indicado. Aún no es una Unión para estar en el Mundial, para competir todo el año, para asegurar tres años de calendario, para preparar un equipo para 2019, para afrontar esos gatos. Hay que transformarla.

¿Y qué pasos hay que dar?
Uno grande en la gestión, hay que fabricar plata, hay que aliarse con el Estado, creo que el rugby puede ser un ejemplo para el deporte amateur. Estoy seguro que eso lo entiende y nos va a apoyar con esa bandera, nos va aportar mucho más que ser profesionales. No vamos a serlo, no lo permite el rugby uruguayo.
El campeonato tiene que mejorar, crecer. Hoy las finales están saliendo espectáculos interesantes, en la final de Preintermedia se vendieron 800 entradas, que Los Teros no las vendían el año pasado. La gente encontró un lugar, se está dando otro tipo de espectáculo que lo que tenés en una cancha de club. Elevamos todos los espectáculos de rugby. A eso hay que apuntar, que un Christians-Polo, un Cuervos-Champa sean clásicos y generar lo que fue en su momento, partidos super interesantes. Es ahí donde hay que crecer. Es como un crecimiento global, ¿nos sirve que crezca la selección y no crezcan los clubes del interior? Es el paso global a seguir, el crecimiento atrás de todo, más gente, más sponsors, más interés. Hay vetas, se está desarrollando una escuelita femenina y se anotan de a 50, cuando no hace mucho al rugby uruguayo le costaba armar una selección. Se encontró un lugar, es dar condiciones, generar un mínimo grado de profesionalismo. Eso es lo que hay que hacer, todos, desde los clubes y desde la URU.

¿Cuál debe ser el ejemplo de Uruguay, a donde apuntar? ¿Georgia, EEUU, países que han crecido mucho, que son los siguientes en el ránking y que mandan mucha gente afuera? ¿O a un modelo de Pladar como el de Argentina?
Tenemos que ser ubicados. Uno mira a Georgia y tiene un Estado atrás del deporte, posiblemente el más popular de Georgia, un país de 10 millones y una genética que no tenemos. EEUU es un monstruo, es una empresa, no una unión, que genera cosas. Tenemos que respetar nuestros pasos de crecimiento. Si nos salteamos pasos posiblemente tengamos un traspié. Si me decís a quien hay que acercarse no me acercaría a nadie. Nos acercamos en lo deportivo a Argentina, los copiamos, aceptamos sus consejos porque ya vivieron experiencia. Tenemos que tomar las cosas buenas pero ser nosotros. No podemos se nadie. Tiene que quedar claro eso, generar el producto propio, pero tomando lo bueno y lo malo que hicieron otros. España es un caso típico, tiene una liga profesional que se lo come. Quiso profesionalizar la unión y se fundió. Teneos pasos intermedios, no pensar tan allá. Si regalamos un Sudamericano perdemos el partido, no tenemos tantos jugadores. Capaz que ahí está el objetivo, desarrollar jugadores, y en cuatro o cinco años pensar de nuevo.

¿Te imaginás un camino similar al de esta Eliminatoria en 2019 en cuanto a los resultados? O se puede dar un escalón para estar más cerca de los Tier 2 y clasificar directo?
Del nivel que salimos hace cuatro años, y al nivel que estamos hoy hubo un gran avance. Vamos a partir de un proceso con otro nivel, mejor que cuando arrancamos. Si hacemos las cosas bien el producto final debería ser mejor. Ahí podemos decir que deberíamos tener una mayor evolución en el juego. Pero también todos van a evolucionar y no hay que olvidarse, son uniones emergentes. Podemos mejorar, pero en cuatro años vamos a seguir siendo más chicos, más lentos y amateurs, salvo poder mandar jugadores al extranjero. Nuestras capacidades van a ser mejores porque salimos de un punto mejor. El Centro va a estar. Cuando empezamos acá no había pesas, se colgaban de un arco para hacer flexiones. Cuando empezó este proceso no existía ni el Charrúa, habíamos perdido el gimnasio, no teníamos condiciones.
Hoy yo ya me imagino 30 nombres para el Mundial 2019. Capaz que en ese entonces jugamos mucho mejor rugby que el que nos tocó jugar, hoy. Para llegar a este nivel hubo que competir, ganarnos competencia. Los siguientes ya tienen la competencia, y tienen el centro, y parten de un punto mucho más alto. Si las cosas se hacen bien el resultado tiene que ser mejor.

¿Pero en resultados, te imaginás más cerca de EEUU que de Chile?
Chile es un país que tiene muy buenos jugadores de rugby. Nos ha ganado muchas veces, de hemos definido eliminatorias contra ellos y hemos. Han hecho cosas mal como las hemos hecho nosotros en su momento. Ahora están corrigiendo, está Paul Healy trabajando ahí. Es un punto importante. Llegaron a la conclusión que un tipo de afuera les puede aportar mucho, algo que nosotros no pudimos hacer. Es un gran cambio. Yo no creo que nos vayamos a encontrarnos el Chile de hace dos años o el de este año. Van a generar una revolución.
Uruguay está en una etapa que tiene que preocuparse abajo y arriba. Los que vencimos y los que vamos a vencer. No creo que estemos en condiciones de decir vamos tranquilos. Se nos va a hacer durísimo porque como nos pasa a nosotros con Argentina, Chile nos va a querer vencer para demostrar su evolución.
A veces cuando logras el objetivo, es el objetivo principal te lleva a relajarte. Por eso el objetivo de clasificar es intermedio. El objetivo es 2019, lo habíamos dicho desde un principio. El objetivo es 2019 porque completas 8 años desarrollo. En 2019 tendría que haber 10-12 jugadores jugando afuera, dos clasificaciones seguidas, un plan económico y un crecimiento del rugby nacional. Ahí es donde cerrás un programa que decís ‘sí es un objetivo final de la visión de una unión desde lo deportivo’.
Ya pasamos esto, y no lo supimos aprovechar. Para mí lo que hay que hacer es consolidar lo que se ganó y no tomarlo como un objetivo, porque es dónde se confunde todo. Tuvimos dos mundiales donde ganamos partidos, donde nos tocó un rival parejo. Hoy el sorteo nos tocó muy alejados de nuestros pares. Por eso el mundial nunca puede ser el objetivo final, porque la evaluación es ver lo que pasa en el mundial, entonces si te toca un mal sorteo y el objetivo es malo. Esa es la equivocación.

¿Qué tanto tiene que mejorar el Centro Charrúa?
Lo que hay que buscar es mejores condiciones de entrenamiento, becar jugadores, porque cuanto más se bequen más vamos a lograr de ellos. Tenemos que lograr que haya cada vez más chicos que tengan un global, que los sub 18, sub 17 vengan a entrenar 4 vece por semana, No que lo queramos imponer, que lo entiendan todos así, los chicos, los padres, los clubes. Tenemos que generar que los padres quieran traerlos en lugar de estar bobeando en una computadora, que estén en ambiente sano, que los forme. El Centro de Alto Rendimiento tiene que ser un potenciador de la persona. Desde lo deportivo pero desde la persona. Cuando logremos vamos a estar en otro escalón.
Máximos no hay. ¿Cuándo hay máximos? El estadio tiene capacidad de potenciarse sin límite cuando los proyectos son ambiciosos.

¿Es inviable un modelo como el de Argentina, de profesionalizar a la selección?
Yo no lo veo difícil. Hoy para la unión es más barato contratar 20 jugadores que hacer todo lo que está haciendo. Ya ha pasado que la unión hizo procesos de viaticados. Todo el período que no funcionó eran viaticados para la selección, y no en 2010 que fue exitoso aunque se perdió se pierde por un mal sorteo.
Argentina está haciendo al revés, cada vez les paga menos a los jugadores porque estima que el camino es otro, apoyados en los valores del amateurismo. Cuando llegan a Los Pumas ahí sí los ayudan, los hacen vivir de esto. Pero todo el camino no lo fomenta, como hizo hace 4 o 5 años, cuando pagó plata que no le dio resultado. Acá el jugador no hizo nada por ropa, o plata, o por condiciones. Lo hizo porque estaba convencido que había que hacerlo. No lo hizo por canje de cosas.
Hay cosas que no se pueden copiar y es la cantidad de jugadores. Pero tenemos ventajas, somos el único país en el mundo que tiene el 95% de su rugby en una ciudad, porque mismo los jugadores de Trébol o Lobos viven en Montevideo, el 95% vive en Montevideo. Posiblemente no se de en ningún país del mundo. Es una gran ventaja, es la que tenemos que explotar. Podemos mejorar el cómo entrenar, la calidad, el tiempo. Capaz no son tan buenos en el principio, vos captas entre menos pero tenés más tiempo que dedicarles.

¿Cómo te imaginas a Los Teros de 2019?
Me imagino con más jugadores en el exterior. Con mucho más jugadores con el objetivo de formarse en jugar para Los Teros, tomar el rugby como una posible carrera, y no me imagino como el Rugby de hoy, que es un complemento de la vida de los jugadores. No quita que fomentemos el estudio, de hecho es donde más nos vamos a apoyar. Es la gran diferencia, me imagino un chico que entro a los 16 al centro, con 8 años, un producto totalmente diferente a los que es un rugbista der hoy, que ya está formado y lo trabajamos. Muchas veces decimos que los más chicos son mejores que los más grandes, sobre todo en la capacidad de aprender, es impresionante. Lo vemos en las prácticas, lo hablamos con los entrenadores. Los otros tienen experiencia, físicamente se van formando diferente y por eso siguen siendo mejores, pero los más chicos entienden mucho más.

¿Y en las herramientas que se le den a los jugadores?
Si me decís en el rugby internacional se hacen cosas muy diferentes… pero no. La revolución técnica más importante en 20 años ha sido el video. De acá a cuatro o cinco años no me imagino grandes, cambios un poco más de tecnología en los entrenamientos, análisis biomecánicoo, GPS. Mejoras en cosas mínimas, pero que para ser un jugador sea mejor que el otro las diferencias van a ser mínimas. La gran diferencia está en el seguimiento, saber las capacidades de un jugador, saberlas en diferente contexto. Hay jugadores muy buenos pero en contextos difíciles no funcionan. Trabajarlo, evaluarlo, capaz que lo que tenemos hoy es un seguimiento individual mejor que antes.
Todos tenemos que hacer cambio, el área de high performance tiene que tener más incidencia en los cursos, dar más información. El foco de los clubes hay que trabajarlo entre todos, porque los jugadores vienen de los clubes. Creo que hay que conversar más, hablar más las cosas, hacer un proyecto conjunto. No está el proyecto de los clubes y el de la Unión. Son proyectos conjuntos que nos benefician a todos.

¿Cómo evaluás tu relación con los clubes?
Yo me he reunido con los clubes, he hablado todo, he tratado de transmitir todo, con todos los clubes, y he tenido una buena aceptación. Por lo menos si ha sido mala no me lo han dicho.
Entiendo que cada uno busque lo mejor, a principio de año había una idea de elaborar un protocolo de convivencia. Creo que no hay que genera un protocolo, lo que hay que hacer es armar proyectos para crecer. No tiene por qué crecer la selección sola, si crece es con un proyecto. No hay grandes estrategas del juego, o tipos de 2 metros. Lo que se necesita se fabrica. Eso tenemos que buscar clubes, unión, directivos: fabricar, ser ambiciosos. Agrandar nuestro rugby. Hay clubes con capacidad de tener 300 jugadores en primera, ¿por qué otros no? ¿O tener 10 super clubes en Montevideo, de 300 jugadores? Son 3.000 jugadores, ¿no se pueden captar en una ciudad de un millón y medio? Creo que se puede, capaz que no nos pusimos una meta. Hay jugadores que vienen del interior y desaparecen. Son cosas que no deberían pasar. Son puntos que yo no tengo la solución, pero sí estoy convencido que no hay que convivir, hay que construir. De la misma forma que conseguimos la clasificación al mundial, que muchos no creían y yo lo entiendo, porque hasta no sé qué año no se construyó una Unión para clasificar al Mundial. Hoy tenemos que ser una unión clasificad al mundial, con objetivos mucho más grandes. Después de 2019 tenemos que encontrarnos como una Unión Tier 2, como lo puede decir Estados Unidos, Georgia, Rumania. Ellos no corren el riesgo de perderlo. Para mí no viene de afuera sino de adentro, del crecimiento desde adentro, fomentar la importancia de la selección, de los clubes, de los procesos, las pretemporadas, las postemproadas, Generar un cambio.
Por ejemplo, el rugby entrena martes y jueves, dos veces por semana. Las niñas de 15 años de hándbol entrenan 4 veces, los de natación todos los días a las cuatro de la tarde. El basquetbol todos los días, artes marciales tres veces por semana. ¿Por qué rugby entrena dos veces? En un momento va a pasar que vamos a ir perdiendo nivel deportivo, si se sigue entrenando lo mismo que antes. En argentina se entrena 4 o 5 veces por semana.
El deporte profesional tiende a profesionalizarse porque las estructuras son profesionales. Hoy en Uruguay estamos en el proceso que los profesionales son el PF y el médico. Lo que hay que lograr es profesionalizar estructuras técnicas par que exijan más. Va a ser una solución para los padres, que van a fomentar que entrenan más, que no se queden en la computadora, ni siquiera implica que estudien menos. Sirve para ordenar a chicos que no están rumbeados. No es excusa el rugby para no estudiar, dedican mucho más tiempo a tele o a computadora que al deporte. Los padres lo tenemos que tener claro.

*/ ?>