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Hay un futuro brillante

Escrito por adminrg*/ ?> Publicado en Selección, Selecciones, Teros XV, Uruguay

Los Teritos cayeron por primera vez en el Mundial Juvenil ante Estados Unidos en el partido por el bronce: 26-25, pero la sensación de que lo de Uruguay vale mucho más que el cuarto puesto

Foto Facebook  HK Rugby

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Ignacio Chans

Al final el revolucionario torneo que hicieron Los Teritos terminó en cuarto puesto tras la derrota 26-25 ante Estados Unidos en la definición por el Bronce. Los fríos números que quedarán en la página de Wikipedia del Junior World Rugby Trophy dirán que Uruguay es el 16º en el mundo a nivel juvenil. Que ganó dos partidos, empató pero perdió uno solo, pero que por culpa de los puntos bonus se quedó sin la final, que terminó ganando Japón, al que los celestes habían vencido 33-2 en el debut.

Los números se habrán quedado cortísimos para explicar lo que significó para el rugby uruguayo este Mundial Juvenil. Porque fue una refrescante sorpresa, de un equipo que se había ido en silencio y con el fresco recuerdo de Temuco 2013, donde los rivales estuvieron muy lejos. Es más, hace un año, la preocupación estaba marcada porque los celestes habían perdido el segundo escalón sudamericano, y los chilenos aparecían cada vez más fuertes y con la chance de sacarle a Los Teritos el pasaje a los mundiales juveniles.

Eso se deberá seguir peleando tackle a tackle en el Sudamericano de setiembre. Pero Uruguay volverá de Hong Kong con muchas certezas. Con un equipo que se plantó de igual a igual ante los rivales que un año atrás lo habían superado. Con sus armas, con la bandera del scrum y los forwards pero con herramientas en el juego abierto. Y con la idea de que se deben seguir sacando talentos desde los clubes para nutrir a la selección, porque en definitiva todo depende de las camadas que se pongan la celeste. Pero también con la conciencia clara de qué se puede lograr cuando el rugby uruguayo trabaja cuasi profesionalmente –porque los juveniles prácticamente lo son, no en dinero sino en cuanto al tiempo que le pueden dedicar al rugby- en un Centro de Alto Rendimiento como el Charrúa.

Trabajo, más trabajo, convencimiento. Talento, pero también esfuerzo e inteligencia. Todo eso fue lo que les permitió a los dirigidos por Mendaro y Grille disimular diferencias de tamaño y ser protagonistas en cada juego del Mundial. Este sábado fue ante EEUU, en un partido en el que había empezado difícil, y quizás en el que Los Teritos estuvieron más contra las cuerdas en todo el torneo, cuando el rival movió la pelota y le impuso dinámica.

Fue la presentación más floja de Uruguay, que según el excelente relato que hizo desde Hong Kong Eduardo Blengio, en el arranque no mostró el tackle de partidos anteriores, cuando fue una herramienta defensiva pero también ofensiva para la recuperación de pelotas. Sin embargo, los juveniles celestes mostraron rebeldía para remontar primero un 14-0 y luego un 20-8, igualarlo 20-20 a falta de 15 minutos, y aunque las Águilas volvieron a irse 26-20 con dos penales, apoyar un try de pick and go para poner el 26-25 que le permitió a Uruguay pelear por la victoria hasta el último segundo.

Queda una sensación de bronca porque se mereció mucho más, y porque los vericuetos reglamentarios sacaron la chance de una final que al principio era inesperada. Pero queda mucho, muchísimo sembrado. Y ante todo, queda la tranquilidad de que se está en excelente camino.

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