El tercera línea de Carrasco Polo y Los Teros, firmó contrato por una temporada con Le Creusot, del Federale 2 de Francia

Pocas horas después de confirmarse lo de Felipe Berchesi a Italia, llegó otra muy buena noticia para el rugby uruguayos: Juan Diego Ormechea, tercera línea de Carrasco Polo y de Los Teros, seguirá el camino de su hermano menor Agustín y jugará en Francia la próxima temporada.

“Juancho” firmó contrato con Le Creusot, equipo del Federale 2 de Francia, durante una temporada. Se irá el 23 de agosto, para ya arrancar el campeonato en el rugby galo.

“Paco Román me había dicho que le mandara un currículum y unos videos porque estaban buscando gente en Italia. Al final por un cupo de extranjeros no salió, pero el representante se quedó con mi currículum y hace unos días me llamaron porque un cuadro en Francia buscando un ocho”, cuenta Juancho, que firmó contrato y ya está preparando todos los detalles para irse sin perder el año de la facultad de veterinaria, la carrea que estudia.

El jugador se irá el 23 de agosto con su novia, lo que lo ayudará a sobrellevar la vida diaria en el extranjero. Estará en La Bourgogne, cerca de Lyon y Dijon, a tres horas de distancia de París y a seis de Mont de Marsan, donde se encuentra su hermano Agustín. “Capaz nos vemos algún fin de semana”, cuenta, aunque seguro la presencia de ambos en el mismo país los ayudará en su adaptación.

“La idea es ir y probar el profesionalismo un año, para después volverme y seguir mi vida acá. Quiero vivir la experiencia de entrenar todos los días, de dar un salto y mejorar. Tengo ganas de ver qué pasa, lo que a veces te preguntas, que pasaría si le pudieras dedicar todo el día al rugby”.

Como premio extra, Ormaechea recibió el lunes e premio Charrúa –que entrega el Círculo de Periodistas Deportivos- al mejor jugador de rugby 2012. “La verdad quedé copado. Es un reconocimiento individual, pero es el laburo de muchos, parece una frase trillada pero es así, en el rugby los premios nunca son individuales”.

Para la selección también es un paso trascendente, una pata del proyecto Charrúa que empieza a ver como más y más jugadores empiezan a dedicarse 100%, algo clave en la inserción internacional del rugby uruguayo. “Es muy importante poder estar full time para esto. Acá se está exigiendo muchísimo, pero siempre tenés las contras de ser amateur”.